Una de cada tres mujeres europeas lleva en sus genes una pieza de ADN muy particular, un gen heredado directamente de los neandertales y cuya función es la de ayudar a codificar el receptor de la hormona progesterona (PGR). Según un estudio recién publicado en la revista Molecular Biology and Evolution, el receptor de la progesterona está íntimamente asociado a una mayor fertilidad, menos hemorragias durante las primeras fases de embarazo y menos abortos espontáneos. El trabajo ha sido realizado por un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, y el Instituto Karolinska, en Suecia.
Según explica Hugo Zeberg, que junto a Janet Kelso y Svante Pääbo es uno de los autores del artículo,
“es un buen ejemplo de cómo las variantes genéticas favorables que llegaron hasta los humanos modernos al mezclarse con los neandertales pueden tener efectos en las personas que viven hoy en día”.
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Ciencia