El físico británico Stephen Hawking volvió el jueves a captar la atención de los asistentes al festival Starmus de Canarias al saltarse el guion previsto en el debate que se celebró, a dos bandas, entre varios científicos y astronautas que se encontraban en el observatorio de la Palma y el propio Hawking, que participó desde Tenerife, dada su imposibilidad para tomar un avión. Sin que nadie se lo pidiera, el físico británico volvió a tocar el tema de la Religión, para dejar claro que no cree en la existencia, ni en la necesidad de que haya un Dios.
¿Estamos solos en el Universo? ¿Funciona bien la relación entre Ciencia y Política? ¿Qué nos depara la tecnología en el futuro? ¿Deben los científicos explicar mejor sus trabajos a la sociedad? Estos eran los temas previstos para el debate de ayer que fue, seguramente, uno de los actos más interesantes de todo el festival Starmus. Pero a Hawking no le pareció suficiente. De hecho, mientras el resto de los participantes debatía sobre la última de las cuestiones previstas, la voz metálica del científico de la silla de ruedas empezó a sonar en la sala. Y lo hizo, para la sorpresa de todos, para subrayar una vez más que no se necesita un Creador para poner en marcha el Universo.
“Tanto la religión como la Ciencia –dijo Hawking- parecen explicar el origen del Universo, pero considero que la Ciencia resulta más convincente, ya que responde continuamente a preguntas que la Religión no puede contestar. Por ejemplo, la Religión no ha podido nunca dar una explicación coherente al inicio del Universo, mientras que la Ciencia sí ha avanzado mucho en este sentido. Sabemos ya que la Relatividad clásica no es suficiente, ya que no puede responder a la cuestión del origen, pero hemos propuesto otros modelos que puede aplicarse al primer instante de existencia del Universo. Podemos tener respuestas observando con cuidado la radiación de fondo de microondas”.
Para Hawking, “nadie puede probar que hubo un Creador”, pero sí que se puede probar cómo el Universo surgió de una forma espontánea. “Solo podemos intentar una explicación racional a través de la Ciencia. Y al final, sabremos todo lo que sabría Dios, si es que existe alguno”. “La Religión –concluyó Hawking- nos ha acompañado a lo largo de toda la Historia y nos ha dejado cosas como la Inquisición, la desigualdad de la mujer, o el problema eterno de Palestina… La Religión debería hacer que la gente se comporte cada vez mejor, pero no parece que esté cumpliendo ese objetivo. Mucha gente no religiosa, sin embargo, sí que se comporta mejor, y sin necesidad de creer en ningún Dios”.
¿Estamos solos en el Universo?
Además de Stephen Hawking, participaban en el debate los premios Nobel Harold Kroto, Robert Wilson y John Mather, el astronauta Walt Cunningham, la antropóloga Katerina Harvati, el director del Festival, Garik Israelian, y el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo. Todos bajo la batuta del astrónomo Robert Williams, que hizo de moderador.
Pero ninguno de ellos respondió a la improvisación de Hawking, que llegó cuando el tiempo previsto para el debate ya se estaba agotando. “Me parece una cuestión muy interesante –dijo el moderador- pero no nos queda tiempo y habrá que dejarla para otra ocasión”.
En cuanto a los demás temas, el que acaparó más tiempo fue el de si estamos, o no, solos en el Universo. Harold Kroto, el químico que descubrió que en el espacio existen moléculas complejas de carbono, dijo que “es bastante probable” que en esta galaxia ninguna forma de vida, excepto nosotros, haya alcanzado un nivel tecnológico. “Es más probable que se descubran bacterias en algún meteorito”.
Una idea compartida por John Mather, principal responsable del futuro telescopio espacial James Webb, que insistió en la necesidad de seguir buscando signos de vida dentro de nuestro propio Sistema Solar. Una vía es seguir recogiendo, en la Tierra, meteoritos, especialmente los que proceden de Marte. Y la otra es construir telescopios cada vez mejores y que sean capaces de percibir las señales típicas de la vida, incluso la inteligente. “El problema –dijo- es que por mucho que afinemos los receptores, si hay alguien transmitiendo no sabemos qué tipo de señal nos están enviando”.
Robert Wilson, que descubrió la radiación de fondo de microondas que permea todo el Universo, ve posible que, si alguien está tratando de transmitir algo, en algún momento podamos captar una señal. “El problema –dijo- es que nosotros no estamos enviando nada desde hace décadas. Es decir, que cada vez somos menos detectables”.
Los científicos nunca ven ovnis
Hawking, por su parte, argumentó que “la posibilidad de encontrar vida inteligente es muy remota, como demuestra el hecho de que ninguna forma de vida inteligente nos ha visitado a nosotros. Pero sí que existe la posibilidad de que encontremos una forma de vida con un nivel tecnológico muy bajo. Si lo tuvieran muy alto, ya los habríamos visto. Y si están pensando en los Ovnis, se aparecen a la gente, pero nunca a los científicos. Y si hubiera una conspiración de algún gobierno para ocultar la tecnología extraterrestre, ningún país ha hecho aún uso de esa tecnología”.
Haciendo gala de su característico sentido del humor, Hawking dijo “que no hay vida tecnológica cercana también lo demuestra el programa SETI, que hasta ahora solo ha captado viejas señales de TV, la mayoría anuncios”.
El físico británico concluyó diciendo que “todavía no sabemos cómo se originó la vida en la Tierra, y la probabilidad de que una molécula tan compleja como el ADN se forme en un planeta a base de reacciones químicas es muy improbable. Por eso pienso que la vida puede estar latente en el espacio, y sembrarse en lugares concretos cada cierto tiempo. Pero no esperen que haya alguien inteligente lo suficientemente cerca en el tiempo y en el espacio”.
En cuanto al aspecto que podrían tener los habitantes de otros mundos, Hawking afirmó: “no sé cómo podrían ser los extraterrestres, pero seguro que no son como los humanos. Así que, a pesar de la ciencia ficción, no es muy probable que tengamos contacto con un ET humanoide”.