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Descubierto el sistema de “mensajería” de los insectos

José Manuel Nieves el

Fotos: Olga Kostenko

Por increíble que parezca, los insectos son capaces de usar plantas como si fueran teléfonos y comunicarse, a través de ellas, con otros insectos. Pero no sólo eso. Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores holandeses ha revelado que, por medio de esas mismas plantas, los insectos pueden “grabar mensajes” en el terreno circundante. Mensajes que pueden después ser “escuchados” por otros insectos. Los resultados de este sorprendente estudio se publicarán próximamente en la prestigiosa revista Ecology Letters.

Los investigadores, del Instituto Holandés de Ecología (NIOO-KNAW) y de la Universidad de Wageningen (WUR), descubrieron que este inimitable “servicio de mensajería” funciona, entre otras, en la Senecio jacobaea, una planta silvestre muy común en toda Europa y conocida en España como Hierba de Santiago o Hierba cana. Según ell estudio, los insectos consiguen almacenar sus mensajes gracias a los efectos que provocan en los hongos del subsuelo.

Hace ya unos años, los científicos del NIOO descubrieron que algunas clases de insectos herbívoros, tanto subterráneos como de superficie, eran capaces de comunicarse entre ellos utilizando las plantas como si fueran teléfonos. El sistema funciona como sigue: al ser devoradas sus raíces por algún insecto subterráneo, las plantas realizan sutiles cambios en la composición química de las hojas, que de esta forma emiten tenues señales al aire.

Esas señales sirven para “convencer” a los insectos de superficie para que seleccionen otras plantas para alimentarse y así evitar la competencia, o escapar de las defensas venenosas generadas por la planta. Pero la cosa no acaba aquí.

El nuevo estudio muestra que los insectos son capaces de dejar mensajes que quedan “grabados” en el suelo incluso después de haberse alimentado de la planta. Y que esos mensajes, que contienen detalles concretos sobre las plantas, pueden pasar a futuras plantas que crezcan en el mismo terreno y ser transmitidos después, por lo tanto, a otros insectos diferentes.

Se trata, además, de mensajes muy específicos y llenos de significado: las nuevas plantas pueden “contar” cuánto sufrieron sus predecesoras a causa de las orugas que se comieron sus hojas. O de los insectos que devoraron sus raíces. Es decir, transmitir a otros insectos detalles sobre su sabor o grado de comestibilidad.

“Las nuevas plantas -explica Olga Kostenko, investigadora del NIOO y autora principal del estudio- decodifican un ´mensaje de voz´ que llega del pasado y lo pasan a la siguiente generación de insectos herbívoros, sus enemigos. De esta forma, los insectos reviven el pasado”. Se ha comprobado que estos mensajes influyen de forma decisiva en el crecimiento y en la manera de comportarse de estos insectos. Las comunidades actuales de insectos resultan, de este modo, influenciadas por los mensajes dejados por las generaciones anteriores.

Para llegar a estas conclusiones, Kostenko y sus colegas cultivaron Hierba de Santiago en un invernadero y la dejaron a merced de orugas devoradoras de hojas y de larvas comedoras de raíces. Después hicieron crecer nuevas plantas en el mismo terreno y las expusieron, de nuevo, al ataque de las mismas clases de insectos.

“Lo que descubrimos -explica Kostenko- es que la composición de los hongos del terreno cambiaba de manera radical tanto si los insectos habían devorado raíces u hojas. Esos cambios en la comunidad de hongos, a su vez, afectaba al crecimiento y a la química de la siguiente hornada de plantas, y por lo tanto a los insectos de esas nuevas plantas”.

En otras palabras, el crecimiento y el sabor de las nuevas plantas crecidas en el mismo terreno reflejaban fielmente las condiciones en las que habían vivido las plantas anteriores. De esa forma, las nuevas plantas podían transmitir esos “mensajes” grabados en el suelo a todos sus enemigos.

“¿Cuánto tiempo pueden permanecer esos mensajes en el terreno? -se pregunta Kostenko-. Eso es precisamente lo que me gustaría averiguar ahora. Estamos trabajando en ello, y también en la cuestión de cómo de extendido está este sistema en la Naturaaleza”.

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