Un equipo internacional de investigadores, dirigido por científicos de la universidad sueca de Lund, ha descubierto que la ruptura de una gran roca de 150 km de diámetro en el lejano cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter ayudó, hace 470 millones de años, a “disparar” la biodiversidad en la Tierra.
Cuando el asteroide se rompió en pedazos, tras una colisión con otro cuerpo similar, todo el sistema solar interno se llenó de enormes cantidades de polvo, lo que provocó una edad de hielo en la Tierra y, posteriormente, niveles más altos de biodiversidad. El estudio acaba de aparecer en Science Advances.
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Ciencia