El investigador sueco acaba de recibir el Premio Princesa de Asturias de Investigación.
«Me sentí muy honrado y humilde, especialmente al pensar en los muchos excelentes científicos y eruditos que han recibido este premio antes que yo». Con estas palabras, el biólogo sueco Svante Pääbo expresaba ayer a ABC su reacción al enterarse de que le había sido concedido el Premio Princesa de Asturias de Investigación de este año.
Trabajador incansable y visionario, Pääbo lleva toda su vida tratando de arrancar información y respuestas a los diminutos fragmentos de ADN que se consiguen recuperar de fósiles humanos de decenas de miles de años de antigüedad. Una labor agotadora y con la que ha conseguido dar carta de identidad a una nueva rama de la Ciencia, la Paleogenética.
«Tanto yo como nuestro grupo de investigación -explica Pääbo a ABC- hemos trabajado sin descanso durante los últimos 30 años para inventar y mejorar los métodos para recuperar ADN antiguo. En los últimos diez años, este campo ha llegado a un punto en el que miles de genomas de humanos muertos hace mucho tiempo, igual que otros organismos, pueden ahora estudiarse de forma rutinaria».
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Ciencia