Recordemos que, precisamente, el rover Curiosity está ahora en Marte estudiando la química y las condiciones ambientales que podrían haber dado soporte, y quizá preservado, la vida en el Planeta Rojo. Y aunque los científicos no pretenden encontrar vida en el lugar de aterrizaje, sí que esperan descubrir si el planeta que más se parece a la Tierra tiene, o tuvo, los ingredientes necesarios para el desarrollo de la vida.