ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

Gala Pop Eye de los Premios Nacionales de la Música y las Artes 2019

Celebrada en Plasencia, muy ochentera en esta su quincuagésima edición, resultó ser un éxito rotundo

Álvaro Alonsoel

 

De espectacular, en fondo y forma, cabe tildar esta nueva edición de unos premios dedicados desde 2005 a encumbrar lo más granado de la cultura independiente en nuestro país y que nada debe envidiar a otros certámenes y eventos  de renombre como pueden ser los Princesa de Asturias o Los Goya. Con un presupuesto mucho más modesto, buscando espónsores durante todo el año sin descanso, se mantiene viva la llama de estos singulares Premios a base de entusiasmo y gracias, sobre todo, a Juan Pedro González Bonilla y la Fundación Bon Vivant. Contra viento y marea, ha sido posible, una vez más, celebrar esta Gala junto a una miríada de creadores, músicos y artistas premiados, que fueron llenando de colorido y de vida las calles de Plasencia desde el viernes, en una especie de invasión de grandes nombres.

Así te encontrabas paseando con Loquillo, que se llevaba el Premio de Honor a Toda una Trayectoria. Al recoger el galardón, Loquillo se lo dedicó a su ciudad, Barcelona, a sus creadores, con los que se identifica, como ciudad vanguardista que es, y también a los promotores que un día, al verlo pasear cerca de la sala Tabú, vestido con una chaqueta Teddy Boy roja ynegra, le dijeron: “Tú tienes que ser una estrella del rock & roll”. Un poco más allá veías charlando a Adolfo Dominguez sobre su libro, por el que ha recibido el Premio de Literatura. El diseñador, que justo se enteraba de que había recibido otro premio estos días, a nivel nacional, propuso en su discurso introducir en la educación el Quijote, de manera transversal, en las escuelas. Sentada tomando una infusión cabe encontrarse a Verónica Forqué, Premio de cinematografía, que hablaría en la Gala a pleno pulmón, sin micro, en un alarde de valor escénico; o pidiendo paso hacia la barra a Estrella Morente, Premio Duende 2019. Como en un cuento de hadas, te cruzas de pronto con Christina Rosenvinge, premio Libro Musical, que tiene a los hermanos Fernando y Miguel Pardo  y a Marta de Sex Museum, éstos Premio Viviendo en la Era Pop, haciéndola un corrillo. ¿Qué les estará contando?

El locutor Diego RJ de “El Sótano” de Radio 3, Premio Radio, anda contando una historia de los Ramones y sus discos en directo (y de que su padre, el ínclito José Manuel Rodríguez “Rodri”, le ha pasado una canción de Hilario Camacho que, al parecer, era pionera del country rock. Vaya flipe, tú). Ya en el escenario, al recoger el premio se acuerda de sus principios, en Onda Latina, antes de convertirse en el gran locutor que hoy es, y cómo fue Diego A. Manrique quien le dio la oportunidad de dar el gran salto a la radio pública. Está muy contento, como todos los premiados. Y es que son muchos y todos ellos muy buenos, muy merecidos.

José Ramón Pardo, el mítico hombre de música, divulgador y periodista en todas las facetas imaginables, también recopilador, restaurador y productor, andaba `ramalameando´ como un chaval, ocupado en estas semanas con la reedición de la biografía de Enrique Urquijo, “Adiós Tristeza”, que sale ahora en libros La Cúpula; y Javier Errando Mariscal, el padre de Cobi, y de Chico y Rita, venciendo su timidez, que acabó relajándose y disfrutando a base de bien de los saraos múltiples, que comenzaron la tarde del viernes con la presentación del chispeante libro de Juan Carlos León, Mujeres con nombre de canción (West Indies 2019) y el correspondiente recital de canciones, empezando por Buddy Holly, por parte del autor, acompañado de su hermano también músico.

En la misma librería Puerta de Tannhäuser pudimos ver íntegro el documental de Beatriz Alonso Aranzábal, De un tiempo libre a esta parte (2015), que cuenta con originales testimonios una etapa de nuestra historia y nuestra educación sentimental, de cuando el Rockola, de cuando muere Eduardo Benavente, de esa época histórica en Madrid. Dos de las que mejor se lo pasaron fueron Cayetana Guillén Cuervo y la directora del programa que realizan en la 2 de Televisión Española, que también obtuvo galardón. Estaban alegremente desatadas. Aunque para desborde máximo de energía, gracia y talento, la presentadora, vedette, artista de revista, cabaretera, cantante, humorista, bailarina, de todo, un portento de la naturaleza, llamado Roma Calderón.

Roma Calderón condujo la gala con maestría, buen ritmo y salero durante más de tres horas, una audacia difícil de igualar. Aunque en ningún momento los asistentes en el precioso Teatro tuvieron un segundo para el aburrimiento. Fueron desfilando los premiados en las catorce categorías, algunos de ellos, los más noveles, con actuaciones en directo de gran nivel, como la joven pianista extremeña Chloé Bird, una especie de Zooey Deschanel autóctona a la que merece seguir la pista.

El premio a mejor grupo de rock se fue a Galicia, a una joven banda que oculta sus rostros y se hacen llamar Basanta. En honor a Loquillo, hicieron una muy certera versión de “La mataré”.  Como también hicieron el grupo revelación, Dolorosa, en acústico. Aunque lo mejor de la noche, sin duda, fue la actuación solo con palmas y guitarra de Sweet Barrio, un dúo del barrio de Usera con talento a raudales que acaban de firmar su primer larga duración. Siguió la gala, fantástica en sonido, en organización, todavía con el recuerdo de las Harley Davidson rugiendo en el empedrado histórico acompañando los coches oficiales con los galardonados, que fueron acogidos en volandas. Sube una mujer de una gran humanidad y talento, Isabel Muñoz, premio nacional de Fotografía, a recoger su premio. Y, como todos, sigue el ritual de estatuilla, tequila y foto mordiendo un clavel. La moda no podía faltar, y en esta categoría el premio fue para Sybila. Muy ochentero todo, dirán. Pues sí, y ni tan mal. Aunque la filosofía intergeneracional de estos premios también estuvo presente, por ejemplo, cuando Arancha Moreno, la joven directora de la publicación musical Cuadernos Efe Eme subió a recoger su bien merecida estatuilla.

Una de las peculiaridades más dignas de elogio de estos generosos y exquisitos premios es la variedad y originalidad de las categorías empleadas. Así, hay un galardón para la Música Negra en nuestro país, que el año pasado recayó en Morgan y que este año fue a parar al  grupo internacionalista Cosmosoul, con miembros de Nigeria, Argentina, España o Italia. Otra categoría modélica y rompedora, es la que premia al mejor grupo revelación portugués.

Vinieron, actuaron y convencieron The Twist Connection, con un amago de romper la guitarra como The Clash, en un vitaminado show de abrasivo rock & roll garagero que sirvió para llegar al final de este largo viaje. Antes, habían recogido galardón La Fura del Baus en la categoría Artes Escénicas, Enrique Urbizu a Mejor Serie, y dos suprestrellas como son Antonio Najarro, exdirector del Ballet Nacional de España, y el patinador medallista olímpico sobre hielo Alberto Fernández, galardonados en la categoría Danza. El premio cultura extremeña fue a parar al placentino Isidro Ortiz.

El teatro aplaudió a rabiar toda la noche, lloró despidiendo en un emotivo vídeo a los músicos y artistas que nos dejaron este año 2019, y también rió con ganas con el Premio a la Mejor Canción, que no es otra que “Kitt” del colectivo Ladilla Rusa, un delirio de humor que rinde homenaje a las cintas de carretera, la vida de barrio en los setenta, los aditamentos de época para tunear los coches, con un ritmo y un estribillo de lo más pegadizo, entre Rumba Tres, ABBA y las Grecas. Ambos días hubo luego sesión de DJ con fiesta para los más noctámbulos. Pero, como reza el refrán, lo que ocurre en el convento, en el convento queda. Hasta el año que viene.

Otros temas Álvaro Alonsoel

Post más recientes