Los “acentos sureños” de Promised Land Sound, este nuevo cuarteto de Nashville, son un gran compañero de viaje. Su disco “For Use and Delight” (Paradise of Bachelors, 2015) no es de los que pretenden dejarte extenuado, sino que mantiene un discreto diálogo con el oyente, que se sorprende en un estado de conciencia sereno y ligeramente eufórico, rodeado de un maelstrom apacible de guitarras erizadas que giran y giran en espirales, o que cuelgan de hilos de seda, como gotas de rocío en el dintel de la ventana. Belleza y distancia en un sonido que nos lleva a la mejor tradición del country rock más contemplativo.
Promised Land Sound lo componen los hermanos Joe y Evan Scala, Sean Thompson y Peter Stringer. Entre los cuatro en formación clásica de guitarras, bajo y batería, interviniendo todos en las voces, reinventan la tradición de CSNY, con un sonido muy placentero y amable y menos pretencioso que el de otros compañeros de navegación como Band of Horses. Son reales y tocan de lujo. Un feliz descubrimiento.