Teresa Zafra el 24 dic, 2013 El año pasado, en la cena de Nochebuena, una de mis preocupaciones era no ponerme de parto y que Martín naciese el día de Navidad. Dramatizo un poco, porque la verdad es que el día 21 la ginecóloga me había dicho que no tenía ninguna pinta de que el peque fuera a salir pronto, así que en realidad estaba tranquila. Podría haber nacido en Nochebuena, Navidad, o incluso en fin de año o el día de año nuevo, pero, para minimizar los daños, nuestro peque fue inteligente y escogió una fecha intermedia, el día 27. Cumplir años en una fecha señalada, como Navidad, es una peculiaridad que puede verse de forma negativa o positiva. Os digo que a día de hoy mi postura no está clara, pero, desde que allá por mayo de 2012 supimos que el 22 de Diciembre saldría de cuentas, mi marido lo vió claro: Eso de mezclar turrones, uvas y cumpleaños no le apetecía nada. Es cierto que un cumpleaños entre tanta fiesta queda un poco difuminado: nos pasa con mis padres, que celebran su aniversario de boda el día 26 de Diciembre y con tantos festejos cercan nunca saben qué regalarse. Como no puedo cambiar el hecho de que el cumpleaños de Martín sea el 27 de Diciembre, al menos nos hemos prometido que lo celebraremos como Dios manda y sin ninguna concesión navideña. Hemos pedido que los regalos sean independientes de los de Papá Noel y Reyes Magos, y que el papel en el que estén envueltos no sea rojo con renos. Sé que con los años a nosotros mismos nos resultará complicado separar festejos y regalos, pero yo, por otro lado, también veo el lado positivo: Martín no tendrá colegio el día de su cumple y, siempre que sea posible, nosotros también estaremos de vacaciones para celebrar con él desde el desayuno a la cena. Recuerdo algunos de mis cumpleaños, como muchos de vosotros, haciendo un examen, trabajando o, el mejor, haciendo una entrevista de trabajo yo sola a muchos kilómetros de casa. Celebro también, con muchísima alegría, los años que mi cumpleaños cae en fin de semana y, por encima de todo, aquellos en los que puedo celebrarlo junto a familia y amigos. Así da gusto, de verdad, celebrar que empieza un nuevo año! Por cierto, no me olvido de que esta noche es Nochebuena: felicidades a todos y que paséis unas fiestas estupendas en compañía de familia y amigos. maternidad Comentarios Teresa Zafra el 24 dic, 2013