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Blogs Las aventuras de una madre primeriza por Teresa Zafra

Los hijos nos separan

Teresa Zafra el

El título de este post puede resultar un tanto agresivo, pero siento deciros a los que aún no sois padres que no refleja más que la realidad.

Para tranquilizaros, os diré que no hablo de separarse en el sentido de dejar de quererse, sino en un sentido físico y totalmente material.

Antes de ser madre, las cenas de chicos y chicas por separado me parecían una auténtica chorrada. Eso de salir sola con mis amigas dejando a mi marido en casa, o en otro plan, me parecía un sinsentido. Pasamos demasiado tiempo separados, trabajando, como para hacer planes diferentes el fin de semana.

Sin embargo, la llegada al mundo de un hijo te abre los ojos en muchísimos sentidos, y, el entender por qué existen cenas de padres y cenas de madres es uno de ellos.

La conclusión en la siguiente: sin canguro mediante, cuando tienes un hijo hay ciertas cosas que es casi imposible hacer junto a tu pareja, como ir al cine, a cenar, al médico o al gimnasio.

En la vida pre-paternidad, existe la opción de apuntarse juntos a spinning, de quedar en el supermercado después del trabajo para comprar, o de ir al cine todos los viernes.

En la nueva era, la era post-bebé, al gimnasio se va por turnos, sabiendo que el día que no vas te toca sola la cena y el baño del peque,  al médico vas solo o sola, y el supermercado pasa a ser cosa de tres, de dos siempre que uno de los dos sea el bebé, o de uno.

Entenderéis ahora el título del post: los hijos nos separan, fisicamente.

¿La parte buena? Esos mismos  hijos pueden ser también la excusa perfecta para quedarse en casa una noche de lluvia: “Cariño, sal tú hoy, ya  me quedo yo con el peque” Jugada maestra, de las de mantita, sofá y brasero.

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Teresa Zafra el

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