Teresa Zafra el 30 oct, 2012 El otro día, cuando pedía a mi jefe el enésimo permiso para ir al médico en horario laboral, me salió del alma decirle que a veces me parece que yo soy la “única embarazada que trabaja”. Obviamente sé que esto no es cierto, pero os prometo que es que a veces no tengo más remedio que sentirme así.Aún no se ha dado el caso de llamar a la consulta del ginecólogo, del laboratorio de los análisis, de la clínica de las ecografías o de las clases preparto y que alguno de ellos me pregunte qué disponibilidad de horarios tengo. La mayoría intentan colarme citas a las 11 de la mañana y refunfuñan cuando les pido que me las den a primerísima hora o a partir de las 6 de la tarde. Igual soy un poco cascarrabias, pero la realidad es que yo les pago por un servicio (son médicos y clínicas privadas, en mi caso) y ellos intentan cita tras cita mangonearme y hacer lo que les da la real gana. Creo que eso de “el cliente siempre tiene razón” se les ha olvidado sin querer hacer nada por evitarlo.Gracias a Dios, para las veces en las que se hace inevitable escaparse del trabajo para asistir a los controles médicos, mis jefes son comprensivos y entienden la situación, porque sé que en otras empresas no siempre es así.El problema me recuerda a uno que ya tenía antes del embarazo, que continúo teniendo, que seguiré teniendo en el futuro y que es muy posible que vosotros también hayáis sufrido alguna vez, y es el de los repartidores de las mensajerías.La mayoría tienen el mismo horario que yo, sólo reparten en horario de oficina que es cuando en casa no hay nadie. Si les pides que vengan a la hora de comer, por ejemplo, te suelen decir que lo más que te pueden concretar es si vendrán en horario de mañana y tarde. Entonces, me entran unas ganas enornes de montar una empresa de transportes que escuche a los clientes y que reparta antes de cenar, cuando la gente suele estar en casa. Las ganas me duran un par de días, hasta que me empieza a parecer un lío y aparco la iniciativa. Sin embargo, el enfado con los repartidores está ahí, crónico. Sé que es un tema que no tiene nada que ver con el embarazo, pero bueno, al final está relacionado porque igual que os digo siempre lo cómodo que me resulta comprar por internet cosas para el bebé, os digo también que recibir el paquete en cuestión en algunas ocasiones es una tortura china.Aquí os dejo este post protesta, y además, os dejo el apartado de los comentarios para que protestéis vosotros también por estas cosas o por las que os dé la gana. embarazo Tags embarazo Comentarios Teresa Zafra el 30 oct, 2012