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Un debate sin política exterior

Luis Ayllón el

No es la primera vez que ocurre, pero no por eso deja de ser preocupante. En el debate sobre el estado de la nación no ha habido espacio para la política exterior. Si exceptuamos las escasas referencias al resultado de la cumbre europea en que se acordó el presupuesto plurianual de la UE, que lógicamente tiene una clara repercusión interior, lo cierto es que ni el presidente del Gobierno ni los líderes de la oposición prestaron la más mínima atención a nuestras relaciones exteriores.

 

Resulta comprensible que la parte del león del debate se la lleve la difícil situación económica que vive el país y que los casos de corrupción o las tensiones independentistas preocupen a sus señorías, entre otras cosas, porque a los ciudadanos les preocupa todavía más. Pero se echa de menos que se aborden también cuestiones que afectan a las relaciones de España con otros países.

 

Por ejemplo, las Fuerzas Armadas españolas, por ejemplo, están aún presentes en varias zonas de conflicto como Afganistán, Líbano y, desde hace poco -aunque con escasa participación-, Mali, un país donde se libra una batalla contra los yihadistas, a poco más de tres horas de vuelo de Madrid.  

Y en unos momentos en que el sector exterior está tirando de la economía española, no hubiera estado de más que se hablara aunque fuera unos pocos minutos de las relaciones con países en los que nuestras empresas han puesto sus esperanzas o están ya asentadas, como China, India, Arabia Saudí o las naciones iberoamericanas. Máxime cuando acaba de producirse un nuevo episodio en Bolivia que ha afectado a otra empresa española y revela la inseguridad jurídica que existe en los países de la órbita bolivariana.

 

Pero lo cierto es que, en los propios medios de comunicación dedicamos una mayor atención a los cruces de acusaciones entre unos partidos y otros y no a otros acontecimientos relacionados con la política exterior en los que se juegan intereses económicos que pueden ayudar a la salida de la crisis. Sirvan como ilustración, dos recientes hechos. Uno, la visita a España de Nursultan Nazarbayev, el presidente de Kazajstán, un país en el que hay implantadas varias empresas españolas y donde tienen gran interés en la presencia de otras compañías de nuestro país en distintos proyectos de infraestructuras. Otro, el viaje realizado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, a Australia para asistir a la ceremonia de bautizo del "Canberra", el primero de los dos megabuques encargados en 2007 al astillero español Navantia, un contrato de 1.185 millones de euros, y que puede abrir la puerta a otras adquisiciones por la Armada australiana.

 

Política Exterior
Luis Ayllón el

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