Podemos irrumpe en la Carrera Diplomática

No se ha caracterizado Podemos por tener un discurso sobre asuntos internacionales muy bien estructurado. Más allá de cuatro o cinco planteamientos tópicos, que afectan a la OTAN, a Estados Unidos, al Sáhara o Palestina, no se conocen cuáles son sus ideas. Tal vez, les ayude a clarificarse el hecho de que se haya sumado a la formación un veterano diplomático, que ha transitado por varios países y que, incluso ha llegado a ser embajador de España en Andorra.

Se trata del catalán Alberto Moreno Humet, nacido en Barcelona hace 61 años y que ingresó en la Carrera Diplomática en 1985. A partir de esa fecha, fue destinado a algunos puestos en el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero también en las Embajadas en Angola, Luxemburgo, la Representación Permanente ante la Unión Europea o Andorra. Hasta ahí sería una trayectoria bastante normal, que comenzaría a ser peculiar cuando en 2004, el entonces presidente de la Generalitat de Cataluña, el socialista José Montilla, le fichó como asesor para asuntos internacionales.

A partir de aquel momento, Alberto Moreno comenzó un proceso de aproximación a las tesis soberanistas catalanas. Pronto pasó a ser secretario para la Unión Europea y delegado de la Oficina de la Generalitat en Bruselas.

Cuando en diciembre de 2010, Montilla estaba a punto de abandonar la Presidencia catalana, Moreno consiguió ser nombrado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero embajador de España en Andorra.  Años después, en plena tensión soberanista, no tuvo inconveniente en apoyar en 2013, la consulta convocada por Artur Mas, postura que, como era de esperar, no suscitó precisamente elogios por parte del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, muy sensibilizado con la cuestión, y que, lejos de convertir a Moreno en víctima con un cese fulminante, espero para relevarlo a que pasaran unos meses más hasta que hubiera cumplido un tiempo normal de estancia en la Embajada: tres años y medio.

Eso ocurrió en junio de 2014 y cinco meses después, en noviembre, Alberto Moreno había en encontrado su lugar en el espectro político español: Podemos. Se convertía así en el primer embajador que se sumaba a la formación de Pablo Igleisias. Lo hacía a través del Círculo de Majadahonda, una localidad a cuya alcaldía va a concurrir bajo la marca Candidatura Ciudadana.

Aunque la mayoría de los diplomáticos españoles suelen ser reservados a la hora de expresar sus preferencias partidistas, los hay también que no ocultan su pertenencia al PP, al PSOE, a IU o a alguna formación nacionalista. Sin embargo, la opción tomada por Moreno ha causado cierta sorpresa en los pasillos del Palacio de Santa Cruz.