No han tardado en surgir los manidos tics antiestadounidenses y la pugna que, de cuando en cuando, aflora entre Pars y Washington. No siquiera la figura de Obama les ha frenado. Sarkozy, por un motivo distintos, se ha sumado a las crticas a estados Unidos del bloque bolivariano, liderado por Hugo Chvez. Unos y otros, ms preocupados por obtener ventajas polticas que por tratar de paliar la penosa situacin de los haitianos.Los franceses, con un pasado colonial en Hait nada edificante, no soportan que haya sido Estados Unidos quien ha reaccionado ms rpidamente a la tragedia, por su cercana y por sus capacidades, mientras la Unin Europea revela una vez ms su impotencia para tomar decisiones con rapidez.El problema de seguridad que se vive en Hait sera todava mucho mayor si no estuvieran all los 15.000 soldados estadounidenses, que son quienes estn permitiendo un mnimo de funcionamiento de los servicios y las infraestructurasdel pas, para que la ayuda humanitaria que llega pueda ser repartida. Aunque su labor no est siendo perfecta, no puede ser despreciada.Las acusaciones de Chvez y sus amigos entran dentro del guin y nadie esperaba otra cosa de ellos; lo de Francia no es de recibo. Acusar a Estados Unidos de ocupar Hait es, a todas luces desacertado e injusto en estos momentos. A Sarkozy le duele no ser quien protagoniza las portadas de los peridicos.En Europa hay una cierta tendencia a olvidar lo que los norteamericanos han hecho por muchos pases, incluidos los europeos, en muchas ocasiones. Han cometido errores, desde luego, pero tambin han dejado muchas vidas jvenes, para permitir que viviramos en libertad. Y no creo que su intencin sea quedarse en Hait, a pesar de que muchos haitianos posiblemente lo desearan para poder salir de su miseria.