Cuando el PSOE pide más apoyo a la guerra en Mali
La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados acaba de aprobar una proposición no de ley en la que se reclama el fin inmediato de las injerencias de la Junta Militar en Mali, tras la destitución forzosa del primer ministro Cheick Mobido Diarrá, y en la que se anima además a abrir un “amplio” diálogo nacional para restablecer el orden constitucional en el país africano.
La proposición no de ley ha sido presentada por el PSOE y apoyada por el PP, tras unas ligeras modificaciones. Pero lo que más llama la atención es que en el debate de ese texto, los socialistas, por boca de su portavoz, Alex Sáez, hayan criticado por “tibio” el apoyo que está prestando España a Francia en la misión de entrenamiento de la Unión Europea en Mali (EUTM). No es la primera vez que el PSOE, pide al Gobierno español que se involucre mucho más de lo que lo hace en la misión emprendida por los franceses para detener el avance de los yihadistas desde el norte de Mali hacia Bamako. El propio Sáez lo ha hecho en alguna otra ocasión en esa misma comisión y en presencia del ministro García-Margallo. El “No a la guerra” es cosa de otros tiempos, por lo que se ve.
En cualquier caso, con esa posición de los socialistas, sorprende mucho más aún que el Gobierno esté dando la impresión de que arrastra los pies a la hora de responder a las peticiones de Francia. Los franceses han insistido en reclamar a España que envíe más fuerzas para dar protección a los instructores –entre los que habrá una veintena de españoles- encargados de formar al Ejército de Mali en la base de Kulikoró. Quieren no una sección de 30 militares, sino dos secciones, es decir un total de 60 efectivos.
España no ha dado todavía respuesta a esa petición, que no parece muy exagerada ni imposible de atender. Las diferencias entre un Ministerio de Exteriores más propenso a aceptar las peticiones francesas y un departamento de Defensa, reaccio a involucrarse más sobre el terreno, han hecho que los franceses se hayan dirigido directamente a Moncloa para pedir una contestación. Jorge Moragas, el director del Gabinete del presidente del Gobierno, fue el destinatario de la demanda, cuando viajó hace un par de semanas al Palacio del Eliseo para preparar el último Consejo Europeo.
París sigue esperando una contestación y no termina de entender cómo España, después de haber expresado, con razón, su preocupación por la posibilidad de que un régimen yihadista se instalara en el Sahel a sólo tres horas y media en avión de Madrid, no muestra ese apoyo de una manera más decidida. Ni siquiera el Gobierno de Rajoy llegó a presentar un candidato para ocupar el puesto de enviado especial de la UE para el Sahel, a pesar de contar con personas suficientemente capacitadas entre los diplomáticos españoles para desarrollar unas tareas que finalmente hará un francés.
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