Un profesional de la fotografía trabajando entre París y Burdeos, buscó una sencilla pero curiosa solución habitacional en el barrio más elegante de la ciudad de la Aquitania. De un viejo garaje sin luz, hizo un pequeño paraíso en el corazón de Burdeos.
Una serie de pequeñas casitas en torno a un camino privado, habían sido en la antigüedad cuadras que daban servicio a las casas más cercanas. En muchos casos, la parte alta era el lugar donde habitaba el responsable de la cuadra.
De una estructura hecha a base de una puerta y un techo protegido que no se podía modificar, Jérémie Buchholtz, fotógrafo, hizo un pequeño pero completo hogar. Con la ayuda de arquitectos y amigos, creó un patio interior que abastecía de luz al nuevo loft.
Sacando agua y electricidad de donde no la había, el espacio interior se ideó entorno a un cubo de madera que hace la función de armario, baño, dormitorio, despacho, sofá y cama para invitados.
El video muestra mejor los volúmenes de este apetecible espacio único con patio, cocina, barra que da a la calle y salón espacioso.
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