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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

La Coquetería Francesa

La Coquetería Francesa
María Luisa Funes el

En la Semana de la Moda de París, la coquetería francesa ha retomado sus orígenes

Coco Chanel, presumida hasta la muerte, no comprendía como una mujer podía salir a la calle sin arreglarse, porque decía que nunca se sabe cuando se va a encontrar “el destino”. Esa coquetería tan femenina y tan francesa, ha calado profundamente en la mayor parte de los creadores que presentaban sus colecciones este jueves de la semana de la moda de París.

La histórica casa parisina Carven,  que nació en los años 50, retoma su posición de fuerza y su estilo fresco y deportivo. La marca que creció inventando trajes de baños, ropa infantil y abrigos desenfadados, hace gala a sus orígenes presentando una colección de pocos colores, con mucho blanco y líneas limpias. Un sport que tuvo influencias de Courrèges desde el primer momento, se revisita con pantalones y faldas deportivas, tejidos modernos y muchos tops de punto.

Los bolsos tipo bauletto en charol de tonos brillantes y la exquisita colección de zapatos y botas planas, completan un desfile impecable cuyo único pero es recordarnos demasiado a la primera colección de Ghesquière para Vuitton y a recientes colecciones de Fay.

Roland Mouret ha presentado una colección bien cortada, con conjuntos que se debatían entre el uso del punto de seda, el algodón, el crêpe y el lino.  Colores sólidos, blancos, negros, rojos y pasteles, declinados en líneas sencillas.

Ha hecho gala de tocar muchos palos distintos y saber lucirse en todos. Incomprensible que incluyese varios modelos con un enorme floripondio pintado en los lugares más insospechados. Manías de artista.

El desfile de Manish Arora ha sido un punto y aparte: divertido, creativo y vitalista, algunas prendas eran incluso ponibles. Los caftanes y minivestidos rectos, maravillosos. Un verdadero punto de encuentro entre Asia y Europa. La belga Ann Demeulemeester en su línea monótona y acromática, se ha mostrado menos sombría que otras veces.

El desfile de Balmain ha sido fiel reflejo del estilo del fundador de la casa. Olivier Rousteing, su exitoso director creativo actual, ha mostrado que “si hay que ir se va”, con una impecable colección que parecía salir de manos de Pierre Balmain.

Vestidos largos ultrafemeninos en gasa monocolor, conjuntos con un toque geométrico y una cierta inspiración en Yves Saint Laurent y su vestido Mondrian, han sido la tónica. El detalle loco del desfile fue una Kendall Jenner con un vestido de tiras negras que le sentaba como a un cura dos pistolas. Como el mismísimo Pierre Balmain solía decir: “La buena moda es evolución, no revolución”.

Nina Ricci ha triunfado con una amplia colección femenina y elegante. Un verdadero homenaje a su creadora, por parte del modernísimo Peter Copping.

En un estilo que podría definirse como mezcla de las colecciones de Celine o Bottega Veneta, Copping retoma los colores pastel, las cinturas marcadas, las muselinas y los vuelos. Distanciándose de modas concretas y tendencias de última hora, busca la esencia del estilo de una creadora que siempre fue conocida por su romántico y refinado glamour. Después de décadas vagando entre un estilo y otro, Nina Ricci encuentra de nuevo su camino.


Y finalmente Lanvin, con un incombustible Alber Elbaz que en esta ocasión ha creado una colección demasiado dispar: el primer vestido largo negro de escote asimétrico, sublime.

Los vestidos de encajes y muselinas con dibujos en amarillo y negro, originalísimos. Pero el resto, ha sido un despliegue de despropósitos estilo años 80 sin forma definida. Como el original Elbaz suele decir: “no hay nada peor que ser el creador del momento, porque el momento se acaba”.

 

 

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