Dior by Avedon

Un nuevo libro abre de nuevo la ventana a la casa Dior. Se trata de una edición publicada por Rizzoli y el grupo LVMH, grupo propietario de la maison francesa.

Desde que Christian Dior montó su propia casa en 1947, Richard Avedon se encargó de hacer eternas sus creaciones. Han sido casi treinta años de colaboraciones de Avedon con obras tan brillantes como la foto del vestido “Corolle”, realizada por el fotógrafo nada más aterrizar en París.

Avedon había capturado el estilo del New Look. La silueta estrecha de la línea Profilée fue otro de sus trabajos, ya en 1952.

La modelo Dovima posando entre los elefantes para Harper’s Bazaar fue todo un hito.

Tras la desaparición de Christian Dior, Richard Avedon siguió colaborando con la casa Dior hasta su muerte.

Avedon tuvo tras su cámara a los Kennedy, a cientos de personalidades y a las mejores modelos: Mitzah Bricard, China Machado, Jean Shrimpton, Twiggy, Veruschka o Jacqueline de Ribes.

Sus retratos se hicieron famosos. Predominaba siempre el fondo neutro y cierta teatralidad. 

La familia de los Avedon, de origen judío ruso, preparaba sus fotografías familiares con esmero. De algún modo, fueron los precursores de las producciones de moda actuales: alquilaban una casa que les gustase, incluían un coche ostentoso, un perro y posaban con un sinfín de accesorios que mejoraban su estatus.

Los Avedon, familia judeo-rusa residente en la Ciudad de Nueva York, parecían bastante convencionales. Sin embargo moldearon la vida de su hijo Richard y, sin pensarlo, criaron (y crearon) a uno de los grandes fotógrafos del siglo XX. Sus padres eran aficionados a la fotografía y propietarios de una pequeña tienda de moda. Le regalaron sus primeras cámaras e hicieron que desarrollara una especial sensibilidad. Cuando acabó sus estudios universitarios se hizo marino mercante. Su primer encargo: los retratos de todo el personal, un ejercicio aparentemente sencillo que le hizo dominar la técnica de la fotografía.

Con la ayuda de Alex Brodovitch, director de arte de Harper’s Bazaar, entró como fotógrafo en la revista a los 21 años. Allí trabajó durante veinte años. En 1946 se estableció por su cuenta y viajó a París, comenzando la relación profesional con Dior.

Sus fotos, tomadas en acción, de aire improvisado y con gestos o movimientos, era en realidad un trabajo muy reflexionado y preparado.

Avedon creó de facto el concepto de la top model. Su relación con las modelos era intensa: las cuidaba, intentaba entretenerlas, poner música… una serie de cosas que se harían habituales en las sesiones de moda a partir de entonces.

Su uso de fondos neutros, ya fuesen blancos, negros o grises, buscaban revelar más del rostro humano y se convirtieron en modus operandi en la mayor parte de las fotografías de moda posteriores.

Después de Harper’s pasó a Vogue . Supo ser empático, dotar a sus imágenes de mensaje, hablar a través de su mirada, provocar al fotografiado y controlar la situación. Avedón, que murió en 2004, sin dejar de trabajar con la casa Dior. Se había convertido en un personaje tan importante y conocido como sus fotografiados.