Nuestra casa, choza o palacio, necesita adaptarse ligeramente a la situación de cuarentena creada por el coronavirus. Se trata de pequeños gestos que facilitarán la vida de la familia y reducirán las posibilidades de contagio.
1. Cesta con efectos personales a mano. Ahora que el bolso o la mochila tiene menos sentido, pues no vamos a salir de casa, es más práctico escoger una cesta o bolso con base y abertura amplia para guardar lo más necesario:las gafas, el libro o libros que estemos leyendo, el móvil, ipad u ordenador portatil, alguna medicación necesaria y todo aquello que necesitamos a menudo y queremos tener a mano en distintos lugares de la casa.
2. Más rincones de lectura.
Si todos los miembros de la familia permanecen en la misma casa, no es mala idea crear varios puntos de lectura tranquilos, junto a alguna ventana o fuente de luz artificial, para que cada uno pueda hojear en tranquilidad sus libros y periódicos favoritos, ya sea en papel o ipad.
3. Bandeja especial para limones y jengibre.
Para elevar la capacidad inmunitaria de nuestro organismo y purificar la garganta, el hígado y los riñones, es excelente el agua caliente con zumo de limón y ralladuras de jengibre, como hemos comentado en otras ocasiones. Perfecto al levantarse – si se tiene estómago para ello- y de merienda.
4. Zapatillas de casa en la entrada.
Digan lo que digan, dejar el calzado de la calle en la entrada de casa evita repartir suciedad y microorganismos poco deseables por el suelo de toda la vivienda. Lo mismo ocurre con algún bolso y gabardina. Nada mejor de desplegar con orden estas prendas en la entrada, tal y como es habitual durante el invierno en las zonas más frias de Estados Unidos y Canadá.
5. Tumbona o sillón en balcón o terraza.
Para recuperar la energía vital que proporciona el sol y mantener la vitamina D a buen nivel, lo ideal es instalar un pequeño sillón o tumbona en el balcón o terraza de casa. Si no se tiene ni lo uno ni lo otro, alguna ventana puede recibir sol directo en el salón o el dormitorió. Al abrirse, también se convierte en un punto ideal para colocar un asiento y tomar el sol.
