Vuelve el otoño. Y con él los almuerzos en casa. Renovarse of morir. Para darle un toque distinto al comedor, sugerimos varias posibilidades.
1. Cubrir el asiento de las sillas de cuero con una tela tipo Hamptons y combinar las vajillas azules de corte portugués con platos blancos de otro tipo.
2. Forrar los asientos más demodé con fundas de lino cerradas con simples lazos. Un cambio fresco y reversible.
3. Cambiar las sillas por otras de tipo jardín, en ratán o mimbre, añadiéndoles un toque invernal.
4. Mezclar sillas de distinta procedencia -es la última moda- pintándolas en tonos similares o contrastados. Un acabado imperfecto se impone.
5. Cambiemos el comedor al hall, si existe un espacio abierto conectado con buenas ventanas y una escalera. Combinemos sillas y bancadas.
6.Improvisemos un comedor adlib en una esquina privilegiada de la cocina, si ésta tiene espacio, luz y altura.
Continuará.
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