ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

El curioso origen del jersey de ochos

Esta temporada, todas las marcas de moda reinventan un clásico marinero que Coco Chanel rescató del guardarropa naútico hace ya cien años

El curioso origen del jersey de ochos
María Luisa Funes el

Dún Aengus es el fuerte prehistórico más importante de las Islas Aran, un pequeño y escarpado archipiélago que se encuentra frente a las costas de Galway, al oeste de Irlanda.

Junto a sus desapacibles aguas y a sus paisajes asombrosos se inició hace siglos la tradición de los jerséis de punto en lana gruesa con dibujos marineros de cabos y nudos, un estilo que este año recuperan todas las marcas de moda al unísono.

Y es que en la Europa atlántica parecen idearse las mejores prendas de abrigo en zonas de altos acantilados y fuertes vientos, allá donde se hace de la necesidad, virtud. Los jerséis de Aran se popularizaron a principios del siglo XX a manos de las familias con más ingresos de las Islas Británicas y del Oeste de Francia, que se entretenían en emular las curiosas y agradables vestimentas de sus empleados y de los marineros que les traían buena pesca a casa.

Fue Coco Chanel la que, sacándolo del guardarropa de sport de sus muy elegantes novios, puso de moda el suéter de Aran para ellas en los años 20, al mismo tiempo que se popularizaban los también muy abrigados típicos modelos de las Islas Jersey y Guernsey, situadas en el Canal de la Mancha, que dieron su nombre a este tipo de prenda.

El modelo Aran se popularizó entonces entre los “preppies” de la Costa Este norteamericana y los niños bien de las escuelas británicas, formando parte de un atuendo intemporal que hicieron famoso en los años 60 tanto la familia Kennedy como Steve McQueen, Ali MacGraw o Julie Christie. 

En España, este tipo de jersey de denominó desde el comienzo como “de Ochos”, dada la sinuosidad de los gruesos nudos y cabos marineros que en él se suelen encontrar. 

Durante los años 60 y 70, el jersey de Ochos dominó la escena de la moda mundial, pero en los 80 su carácter rústico lo barrió del mapa. Hasta ahora.

Massimo Dutti

Y es que en el siglo XXI post-COVID, las prendas náuticas rústicas se aprecian por estar bien hechas, llevar materiales naturales en su composición y retrotraernos a un mundo pasado que en algunos sentidos fue mejor.

J.Crew

La lanolina de la lana de oveja que solían usar los marineros y sus mujeres para elaborar estas prendas, protegía a cada pieza del viento húmedo e incluso de las salpicaduras del agua, un concepto absolutamente ecológico del modo de abrigarse.

Karl Lagerfeld los volvió a popularizar en algunas de sus últimas colecciones y ahora parecen haberse convertido en un básico de esta temporada invernal. Van bien con vaqueros, con chinos, con pantalones de franela de vestir e incluso con vestidos largos de corte bohemio.

Massimo Dutti

Se pueden combinar con trajes de chaqueta y pantalón en camel o azul marino o alternarse con vestidos de corte lencero en materiales suaves y colores pastel.

Desde Vuitton a Missoni, de Berluti a J.Crew o de Slowlove (Cortefiel, presentado hace unos días por Sara Carbonero en las Redes Sociales) a los modelos de Gucci, Celine, Thom Browne o Simone Rocha, nadie se priva de volver a lo bueno, a las tradiciones europeas de siempre.   

Moda
María Luisa Funes el

Entradas más recientes