Nunca antes se había dado tanta importancia a un vicepresidente estadounidense. Hoy toma posesión en el trono estadounidense Joe Biden, un presidente sin charme, igual que su señora esposa. Sus atuendos, las ausencias y presencias y cualquier otra ocurrencia en el acto ha tenido repercusión mundial. Y la gala de la noche, la Inaugural Ball, es otro momento álgido que marca todo un mandato. Desgranamos curiosidades varias de los Inauguration Days estadounidenses de la historia.
Ayer fue la investidura presidencial de Joe Biden como el 46.º presidente de los Estados Unidos – su nombre es Joseph Robinette Biden Jr. Robinette (parecido a Robinet=grifo en francés) viene del francés Robin, diminutivo de Roberto-. Biden es, a sus 78 años, el presidente norteamericano con más edad en su toma de posesión, superando al previo, Ronald Reagan. Lógico pues va acorde con el aumento de la expectativa de vida.
La ceremonia de inauguración de su mandato se supone que ha sido la más cara de la historia, superando los 170 millones de dólares de la de Barack Obama. Invitar a Lady Gaga (inexplicable) o a Jennifer López para que diga una frase en español, han tenido que aumentar la cuenta.
Desde la toma de posesión de George Washington en 1789 hasta el 1933, las juras del cargo tenían lugar el 4 de marzo, los americanos son muy exactos. Pero desde entonces, por la Vigésima Enmienda de la Constitución, la ceremonia se adelantó al 20 de enero.
La fiesta posterior a la toma de posesión de Andrew Jackson, en 1829, fue sonada por haber fluido el alcohol y la música durante horas en una congregación de más de 20.000 personas que se les fue de las manos en la Casa Blanca.
Harrison fue el primer presidente que murió durante su mandato y el mayor hasta la llegada de Reagan. Harrison tomó posesión a los 68 años, Reagan a los 69, Trump a los 70 y Biden a los 78. William Henry Harrison murió solo un mes después de su toma de posesión a causa de una neumonía que muchos asociaron a su fiestón de inauguración.
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