Un Mini-loft de 21 metros cuadrados se convierte en un espacio completo. Con 100 metros cúbicos debidos a la doble altura y sin ventanas, solamente un lucernario, este pequeño “tunel” se transforma en un apartamento con cocina, saloncito, dormitorio, vestidor y baño con hammam: pocos muebles, escaleras versátiles y el blanco omnipresente, obran el milagro.
Los arquitectos MYCC han creado este espacio impecable, vivienda y oficina, que no obstante requieren un orden impecable, pocos elementos decorativos y muy poco almacenaje. Ideal para un profesional jóven que acabe de empezar su carrera.
Fotografías de Elena Almagro Via Dezeen.
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