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La hegemonía italiana, en peligro

La hegemonía italiana, en peligro
María Luisa Funes el

En el mundo de la gastronomía de alto nvel, la hegemonía italiana corre peligro: 3 aceites españoles, en el prestigioso ranking italiano Flos Olei.

La gastronomía italiana sigue teniendo mejor reputación que la española, pero nuestro país acecha silencioso en los productos de alto nivel.

Tras siglos dejando a franceses e italianos vender la piel del oso, en España se están tomando pasos firmes hacia la diferenciación y la excelencia.  Hemos arrasado con el jamón y hemos conseguido victorias con el vino. Ahora es el aceite en el que está en liza.

Defender las marcas de alta gama fuera de España es el objetivo principal del Círculo Fortuny, asociación fundada en 2011 por el Marqués de Griñón, Carlos Falcó. En estos cuatro años, las filas del Círculo Fortuny se han engrosado con 44 socios, recibiendo el respaldo del Banco de Santander como sponsor.

En la reunión de Círculo Fortuny que tuvo lugar la semana pasada, el vino, el jamón y el aceite coparon la conversación y la mesa. Xandra Falcó, directora general de Pagos Marqués de Griñón, comentaba que si bien el aceite italiano sigue teniendo mejor reputación que el español, nuestros aceites ganan enteros en el extranjero. “El aceite de oliva Pagos de Familia Marqués de Griñón ha sido incluido entre los mejores aceites del mundo por el exigente ranking italiano Flos Olei”. Otros aceites españoles que también figuran entre los 12 mejores del mundo son Castillo de Canena y Oro Bailén de Galgón 99.

Además, en la primera clase de Lufthansa, se efectuó una cata pública para elegir el aceite servido en mini botellas individuales. Se seleccionaron previamente ocho marcas -la mayor parte de ellas italianas – pero los dos aceites que se han llevado el gato al agua han sido españoles, uno de ellos el de Pagos de Familia de Marqués de Griñón.

Parte del éxito de estas marcas de aceite radica en un exigente modo de recolección, limpieza y molturación de la aceituna. “Se utilizan molinos que evitan el contacto del aceite con el aire para prevenir la oxidación y se embotella poco a poco, según pedido”, apunta Xandra Falcó.

Para conseguir un producto de primera, la recolección tiene lugar en la semana adecuada –algo que varía según la zona pero que suele tener lugar en octubre cuando la aceituna aún está verde – una fecha muy distinta de la que eligen la mayor parte de las cooperativas españolas, que recolectan entre noviembre y diciembre. Producir en pagos asociados es otra garantía.

El aceite de oliva español ha batido récords de producción en el pasado reciente, aunque este año la cosecha se verá mermada por la sequía.  Los datos del Consejo Oleícola Internacional revelan que España produjo en 2013 un record de 1,7 millones de toneladas de aceite de oliva, lo que nos convirtió en el productor del 49% del aceite mundial. España triplicó la producción de Italia, que produce entorno a las 450.000 toneladas anualmente. España incluso duplica la producción de los tres mayores competidores europeos (Italia, Grecia 230.000 y Portugal 76.000 toneladas).

Pero aunque producimos el 50% del aceite de oliva del mundo, Italia sigue exportando un 70% del total: y no salen las cuentas. Son los italianos los que acaban vendiendo el aceite español como propio, etiquetando todo como virgen extra al 100%. Es por ello que la calidad implícita en la denominación de origen, es nuestra mejor baza para batir a las marcas italianas.

Además de cuidar la calidad es crucial impulsar acciones de promoción adecuadas, que sitúen nuestros aceites en la posición elitista que más tarde consolide la imagen general. Pero también hay que optar por una estrategia de distribución asociativa, algo muy contrario al estilo individualista del exportador español, lleno de corredores y comisionistas. Italia sigue siendo nuestro primer cliente, absorbiendo un 65% de la producción y convirtiéndose a la vez en nuestro más desleal competidor. Pero las tornas ya han cambiado: además de los premios y el reconocimiento internacional, España consolida su crecimiento, de modo destacado en mercados como China e India. Es el momento de acelerar.


En cuanto a vinos, ya hemos recorrido un largo camino de promoción exterior y los caldos españoles salen bien parados incluso frente a los franceses e italianos. El ranking de la revista Wine Spectator incluye entre sus ‘Top 100” 9 vinos españoles, entre los cuales, además del reputado Vega Sicilia, se encuentran el Pedro Ximenez de Alvear (Montilla) y el Reliquia Palo Cortado de Barbadillo (Sanlúcar). Abadía Retuerta, la última marca que se ha unido al Círculo Fortuny, ha recibido 92 puntos Parker.

Del mismo modo que se ha hecho antes con el vino, defender y consolidar el aceite español más allá de nuestras fronteras es el deber actual y factible de agricultores, asociaciones, cooperativas y Ministerio.

 

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