La creadora norteamericana deja su empresa y su marca principal se diluye.
Todo en Donna Karan era comodidad, modernidad, punto, prendas ajustadas, flexibles y tonos naturales.
LVMH adquirió la marca en 2001 por 243 millones de dólares, dejando a cargo de su creatividad a la brillante emprendedora. Ahora, anuncian que la línea principal de Donna Karan será anulada por el momento y no presentará más desfiles. En cambio, se seguirá impulsando la línea secundaria, DKNY, que por estilo y nivel de precio parece más adaptada al mercado actual y a la semana de la moda de Nueva York.
En LVMH no reemplazarán a Donna por el momento, y ella seguirá actuando como consultora. DKNY, la segunda marca que Karan lanzó en 1989, fue un éxito inmediato. Ahora supone el 80% de las ventas de la marca en total. Con anterioridad, la línea principal de Donna Karan, plagada de cashmere, lentejuelas y escotes, encontraba su alter ego perfecto: vaqueros, abrigos sencillos, ropa juvenil, punto de seda y de algodón para una clientela más joven.
DKNY reflejaba a la perfección a la mujer que desea ser sofisticada pero necesita viajar en metro, trabajar y protagonizar una reunión de trabajo. Era moda accesible, un paso previo a la llegada de las grandes del low-cost. Lo que comenzó como sus “siete piezas sencillas”, con prendas combinables para la mujer actual, es hoy un pequeño imperio que se distribuye hoy en todo el mundo.