¿Cuales son los recuerdos de sus mejores veranos?
Siempre he pensado que los veranos son un tiempo para compartir en familia y para inspirarme. Tradicionalmente, mi segundo semestre siempre es más agitado que el primero, así que esta época del año es el tiempo perfecto para recargarme de energía. Cuando era niña esperaba con ansias la temporada de vacaciones y mis hijos también lo hacen ahora.
Cuando mis hijos, Mauricio y Sofía, eran pequeños, alquilábamos una casa antigua en la Toscana, cerca de Forte dei Marmi, que pertenecía a Gloria Zea, la gran dama de la cultura Colombiana. Allí disfrutábamos del dolce far niente, a la vez elegante y descomplicado. También tengo muy buenos recuerdos de veranos en Marbella con paseos en bicicleta de día y fiestas con mucha alegría y buena música de noche.
¿Cómo comenzó su interés por la moda?
Desde que era muy niña tenía fascinación por todo lo estético. Jugaba con el guardarropa de mi mamá y ya cuando fui mayor empecé a crear mis propios looks. Tomaba una camisa blanca de mi papá le ponía hombreras y un cinturón grueso transformándola por completo. Y hasta llegué a crear un perfume mezclando varias fragancias. Pero en ese momento elegí la carrera de diseño de interiores, donde aprendí el lenguaje del color, los volúmenes y las texturas, que serían fundamentales para mi trabajo en la moda.
¿Cuándo creó su propia marca?
Empecé diseñando camisetas con apliques de cuero y luego piezas que las complementaran. Poco a poco me fui dando cuenta que todo lo que estaba haciendo estaba conectado y reflejaba un punto de vista propio. Mientras desarrollaba una colección, se podría decir que iba naciendo una marca con mi visión, capturando esa transición de finales de los 80’s y principios de los 90’s, de los excesos al minimalismo. Este año celebro orgullosamente los 30 años de mi marca.
¿Dónde ha pasado estos meses de confinamiento?
Los he pasado en mi piso de Miami. Ha sido una época de reflexión que me ha permitido reencontrarme y revisar mi carrera. Siempre he sentido un gran amor por mi hogar pero quizás nunca tan profundo como durante esta cuarentena. Muchas veces me sentí angustiada por las noticias que venían de Italia, España y Nueva York pero tuve la fortuna de encontrar alivio, fuerza e inspiración en la vegetación de Coconut Grove y en los amaneceres de la Bahía de Biscayne, unos sentimientos que quedaron capturados en mi colección Resort 2021.
De cara al otoño-invierno y al años 2021, ¿qué proyectos tiene en mano?
Seguiré trabajando de forma remota y preparando mi colección de primavera -verano 2021 y otoño-invierno. Los eventos que teníamos programados los hemos suspendido y todo sigue siendo incierto en norteamérica. No veo la hora de poder viajar a Colombia y volver a estar junto a mi equipo para recuperar la rutina que llevábamos antes. Esta pandemia nos ha enseñado que hay que planear, pero también hay que disfrutar cada día al máximo.
¿Cuales cree que serán las consecuencias del Covid-19 en la moda?
A la moda, como al resto de la industria, le toca adaptarse a los nuevos tiempos. Esta crisis sirve para afirmar los compromisos de sostenibilidad que eran desde hace tiempo absolutamente necesarios. Yo por mi parte, suscribí dos manifiestos en los que se solicitaba simplificar el calendario de la moda dejando solo dos colecciones al año y ajustar el calendario de entrega de la mercancía de modo que se entregue justo en la temporada para la que se ha creado. La intención es encontrar trajes de baño en primavera y abrigos en invierno. Estos ajustes tendrán beneficios a nivel creativo y a nivel comercial y harán que la industria se enfoque más en la calidad del producto. Más fashion y menos show.
