La colección, sobria, elegante, práctica y moderna, celebra practicamente sus 10 años en el negocio de la moda, donde comenzó a desfilar hace años y a donde ha vuelto, frente a unos 90 invitados, en lugar de los casi 500 de los desfiles habituales de pasarela.

Aunque probablemente volverá a desfilar en Londres en otoño, esta incursión en Manhattan ha brillado por su rotunda practicidad y sobria puesta en escena.  Sus pieles falsas, los zapatos femeninos con kitten Heels alternados con zapatos masculinos, el leopardo impreso en tela veneciana de tapizar muebles y los elegantes pantalones, presentaron un estilo utilitario con un toque de sport-luxe.

Victoria posa en el interior de una bolsa gigante de su propia colección.