La maravillosa casa italiana Prada, una de las pocas marcas que no copia a su entorno y que sirve de avanzadilla en todos los sentidos, se ajustará el cinturón en los dos próximos años para poder mantener mejores resultados.
Como todas las empresas que están en bolsa – Prada salió en 2011 en la de Hong Kong- tiene que controlar el ratio de beneficios por acción permanentemente. Durante todos los años que su competencia estaba en crisis, Prada -entre 2008 y 2013- ha seguido creciendo de un modo brutal.
Ahora ha llegado a un techo provisional y se ha encontrado con un cambio de posicionamiento de su competencia directa, ya que tanto Louis Vuitton como Gucci, ahora están replicando el estilo Prada, los tipos de accesorios, colecciones, publicidad, escaparates y hasta los valores esenciales de la marca.
Así pues, Prada cerrará las tiendas menos rentables o representativas para poder abrir en lugares más interesantes donde aún no cuenta con punto de venta directo.
A Prada le afectan los nuevos gustos de las nuevas generaciones, la caída del mercado chino y de sus exagerados regalos de fin de año, pero también la bajada de las ventas en Hong Kong y la reducción del turismo en algunas capitales clave.
Abriendo y cerrando tiendas a la vez, los gastos de operaciones se mantendrán sin subidas. Las 618 tiendas del grupo (Prada, MiuMiu, Car Shoe, Church) han sufrido subidas de alquiler y se han añadido 22 más durante 2015, mientras que las ventas permanecían cuesta abajo con una reducción reportada de un 5% (y un estimado de menos 9% en “non-comp” o sea, sin contar aperturas).
Aunque la intención del grupo es duplicar sus ventas en los próximos dos años, será difícil batir los posicionamiento de la competencia, y pelear por no perder clientes a manos de marcas de menor nivel ni tampoco a manos de aquellas que están subiendo sus precios y posición en el mercado.
Con menos clientes, tendrán que agudizar la experiencia en tienda y ampliar el impacto de las ventas online y a través de nuevos portales. Pero si alguien puede dar la vuelta al calcetín en el mercado de la moda de lujo mundial, es el dúo de Miuccia Prada y Patrizio Bertelli.
