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Blogs La capilla de San Álvaro por Luis Miranda

Tradición y esencia

Como este año, el Corpus Christi debe tener esa misma aura de fervor y de sacralidad que tienen las cosas que importan, las procesiones con sentido

Procesión del Corpus Christi en 2021 en el Patio de los Naranjos. FOTO: VALERIO MERINO
Luis Mirandael

De pronto el Corpus de Córdoba se ha quedado en la esencia, y la esencia es deslumbrante. La Custodia de Enrique de Arfe es una catedral de plata que pocas de piedra son capaces de igualar y en estos años de pandemia y cierre aforado casi no hay otra cosa que mirar, al no estar ni el romero ni la juncia, ni los altares ni tampoco el ambiente de fiesta que tiene que rodear a la gran procesión del año.
Los que se han acercado a la procesión de este año han visto más emoción que nunca, quizá por las circunstancias que están todavía en el ambiente, y los que la conocían de otros años sueñan que al volver a las calles, y no hay motivos para pensar que no será en 2022, el Corpus Christi tenga esa misma aura de fervor y de sacralidad que tienen las cosas que importan, las procesiones con sentido.
La pandemia llegó para encerrar una procesión que venía de una década con algunos años para olvidar. Cuando se hizo por la mañana iba el Señor por calles literalmente vacías y nadie se quitaba la sensación de que iba a ser imposible que remontase si a nadie parecía importarle.
La posibilidad, y luego certeza, del ascenso del Córdoba a primera -qué tiempos, y no hace tanto- la redujo en 2014 y para los años siguientes a Cardenal González, la Cruz del Rastro, la Ribera y el Triunfo, y aunque el público creció tampoco faltaba cierto aire de mudanza para quien sabe que un altar lo pone una cofradía o una institución en la puerta de un lugar por el que se pasa.

Público en la procesión del Corpus Christi de Córdoba en 2021. FOTO: VALERIO MERINO

Ahora apenas hay nada más que el limpio corazón del Sacramento dentro de esa obra inconmensurable que parece un códice medieval en plata y mucho tiempo para pensar en el cortejo y en el recorrido por una ciudad monumental, en la música de una vez por todas y en la forma de que todos esos cristianos que miran por encima del hombro a los cofrades hagan como los cofrades y vayan. En la historia y en lo que merezca la pena recuperar, de la esencia a la tradición.

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