ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Jugar con Cabeza por Federico Marín Bellón

William Wachter‏, de 94 años, el abuelo de las Series Mundiales de Póker

William Wachter‏, de 94 años, el abuelo de las Series Mundiales de Póker
Federico Marín Bellón el

No solo el ajedrez es bueno para mantener el cerebro activo a cualquier edad. El póker también tiene sus ventajas, como demuestra el veterano de guerra e ingeniero William Wachter‏, de 94 años. Es el jugador más viejo en participar en el torneo principal de las Series Mundiales, que se disputan en Las Vegas.  El jugador de Carmel (Nueva York) acabó el día 2B con más de 100.000 puntos en fichas, en muy buena disposición para llevarse algún premio, pese a que sufre narcolepsia y cataplexia (luego vemos en qué consiste). «He superado un par de bad beats (golpes de mala suerte), pero aquí sigo», declaró.

En el momento de más peligro que vivió en los dos días disputados, vio cómo su full era superado por otro más alto, situación típica en la que muchos acaban eliminados. «El jugador medio se lo habría jugado todo, pero yo no quería arriesgarme hasta ese punto», añadió el veterano jugador. Como cuentan en PokerNews, Wachter aprendió a jugar hace 74 años, cuando se enroló en la Marina Mercante. Después de la Segunda Guerra Mundial, se hizo empresario de cierto éxito, y en su rutina ya nunca faltó la partidita semanal. El año pasado también fue el participante más viejo del Main Event de las WSOP, pero entonces su suerte fue mucho peor.

William Wachter, el abuelo de las Series Mundiales de Póker. Fotos: Melissa Haereiti / WSOP

«El tercer día de juego, tenía suficientes fichas para sentarme a esperar hasta el día siguiente e incluso entrar en premios. Por eso decidí que no jugaría ninguna mano, excepto si me llegaban ases, reyes o as-rey. Tiré unas damas. Tiré cartas durante cuatro horas, hasta que me llegaron dos nueves, en la ciega grande. Estaba preparado para tirarlos también, pero nadie subió y vi el flop (las primeras tres cartas comunitarias) sin tener que pagar nada».

Aquí llega el drama, por supuesto. El flop apenas podía ser mejor para él, con un rey de picas, 9 de corazones y 4 de tréboles. Él pasó, un jugador apostó y todos se tiraron, salvo un rival y él mismo, por supuesto. La única alternativa habría sido subir. El turn (cuarta carta) fue un 2 de diamantes, por lo que no había posibilidad de escaleras ni color. No había peligro aparente y volvió a pasar. Uno de los dos villanos fue all in, el otro abandonó y Wachter, como es natural, vio la apuesta. «Tenía Rey-9 y, bien, ya sabéis lo que pasó. Pinchó el rey en el river (quinta carta)». Ambos tenían tres veces más fichas que toda la mesa junta, pero el otro le cubría por una pequeña cantidad. «Me habría colocado como líder destacadísimo del torneo y probablemente incluso lo habría ganado», recuerda.

Pese a todo, William ama el juego. «No podría vivir sin el póker», asegura, aunque debido a su narcolepsia se queda dormido con regularidad sobre el tapete y lo tienen que despertar. La cataplexia, que le hace sufrir pérdida bilateral del tono muscular durante algunos instantes, le dificulta recoger y apilar las fichas que tan acostumbrado está a ganar. Eso sí, se ha vuelto aún más prudente, algo que tampoco es bueno en exceso, como él mismo reconoce. Ya no juega parejas pequeñas, nada por debajo de damas. Si te toca jugar en su mesa, debes saber que cuando apuesta es porque lleva algo. O eso es lo que nos hace creer…

Entradas relacionadas

Una superabuela de 87 años supera el récord de Capablancauelo poker

Una septuagenaria brilla en el Europeo de ajedrez rápido

Pia Cramling, la sorprendente «abuela» del Mundial de Ajedrez

Todd Derlachter, el jugador de póker más viejo del mundo, cumple cien años

Poker

Tags

Federico Marín Bellón el

Entradas más recientes