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Retienen 9 millones de ganancias a Phil Ivey en un casino de Londres

Federico Marín Bellón el

El casino londinense de Crockfords, que presume de ser el más antiguo del mundo, ha retenido 7,3 millones de libras (unos nueve millones de euros) a la estrella del póquer Phil Ivey. El que para muchos es el mejor jugador del mundo acumuló sus ganancias jugando al punto y banca, una variedad del baccarat (o bacará), similar al blackjack, que se practica con cartas y en el que no existe ninguna estrategia para ganar… en teoría. Después de casi dos meses, al estadounidense solo le han devuelto el millón con el que empezó a jugar. La disputa entre los abogados puede ser épica.

Phil Ivey, quien además de ser una máquina del póquer tiene un lado ludópata muy acusado, estuvo jugando durante dos noches, siete horas en total, en el lujoso casino de Crockfords, en el barrio de Mayfair, uno de esos pocos lugares donde los pisos de Madrid, Barcelona o San Sebastián les parecen regalados. El estadounidense estuvo acompañado por una señorita de rasgos asiáticos y singular belleza que ya estaba vetada en algún otro casino de la zona, según informa el Daily Mail, medio que destapó la noticia. Según algunas fuentes, la chica también tuvo allí otra racha insólita de «buena suerte».

Los propietarios del local, de la empresa malasia Genting, han estado investigando una posible manipulación de los naipes o la colaboración de la crupier, pero de momento no han sido capaces de probar ninguna manipulación. Ya se sabe que en estos lugares la presunción de inocencia no existe. También es conocido que cuando se huelen algo, no suelen fallar.

El casino tiene salas privadas para jugar con este aspecto tan aseado 

En un principio, el personal del casino, de 184 años de antigüedad, pudo poner la excusa de que no podían hacerle a Ivey la transferencia pedida porque los bancos estaban cerrados en ese momento. En Poker Red apuntan la posibilidad de que el dinero esté retenido simplemente porque el jugador no permaneciera más tiempo en las mesas cuando iba ganando una cantidad tan alta de dinero. En estos casos a menudo existe el acuerdo tácito (o explícito) de seguir jugando un mínimo de horas.

Parece que a Ivey le permitieron incluso subir las apuestas máximas de 50.000 libras por mano a 150.000 (186.000 euros). Así se las gasta el angelito. A sus 35 años, ha ganado ocho brazaletes en las Series Mundiales de Poker. Al mismo tiempo, no le tiembla el pulso si juega cantidades indecentes de dinero a los dados o se apuesta un millón de dólares en una partida de golf.

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