¡Qué difícil es arrancarle unas tablas a Magnus Carlsen! El gran maestro español David Antón lo logró en su debut en el supertorneo de Wijk aan Zee. Si el primer día resistió con negras contra el polaco Radoslaw Wojtaszek, en la segunda ronda logró un empate muy meritorio contra el campeón del mundo, que intentó amargarle el día hasta el final. Fueron seis horas y 70 jugadas de heroica resistencia.
Magnus Carlsen consiguió una ligerísima ventaja nada más salir de la apertura, pero el madrileño de adopción no perdió la calma. El noruego exploró un camino que conoce muy bien, llegar a un final igualado y empezar a presionar, sabedor de que casi todos sus rivales empiezan a jugar peor en esos momentos, cuando el tiempo escasea.
Pero Antón había hecho otra cosa bien, no retrasarse demasiado en el reloj. Que Carlsen no veía cómo hincarle el diente se veía en el hecho de que estaba gastando más tiempo. David Martínez destacaba en Chess24 que en la jugada 24, David su socio tenía diez minutos más, media hora contra veinte minutos.
Al final, sin embargo, Antón jugó raro, a medio camino entre ir para adelante y hacia atrás, y ejecutó su jugada número 40 con menos de diez segundos en el reloj. Por suerte, no se equivocó y la posición seguía estando igualada, aunque quizá le dio a Magnus demasiada vida y, lo que es casi peor, un peón de ventaja.
Después de superar varias situaciones realmente complicadas, Antón logró finalmente las tablas. Puede que Alireza Firouzja tenga más talento y sea mucho más joven (comparación que vale casi con cualquier otro gran maestro), pero este domingo el español ha demostrado que su temple no es inferior.
Fabiano Caruana resolvió pronto su partida contra Donchenko, que sigue sin entrar en calor. En la jugada 18 había igualdad, pero el alemán, que se había enrocado largo, empezó a lanzar su peón de la columna e contra el rey centralizado de su enemigo y se pasó de frenada. En la jugada 24, la partida estaba decidida para el estadounidense. En la 32, el alemán decidió rendirse, con todo perdido.
El noruego Aryan Tari también logró una ventaja temprana contra el polaco Radoslaw Wojtaszek, en una lucha concentrada en apenas medio tablero, con alfiles de distinto color y damas de distintas intenciones. Al cierre de estas líneas siguen jugando. En teoría debería ser tablas.
Firouzja planteó una Caro-Kann contra Maxime Vachier-Lagrave. El joven nacido en Irán apostó por el juego dinámico, como siempre, pero el francés nunca perdió el control de la situación y logró cierta ventaja, que no supo concretar. La cosa acabó en tablas bastante rápido. En la próxima ronda Alireza jugará contra el Niño Antón, que empieza a toparse con talentos más jóvenes que él.
La gran sorpresa fue la nueva victoria de Grandelius, un jugador que en teoría no contaba para liderar el torneo. Duda se vio sometido, pese a llevar las piezas blancas. El sueco le metió un peón en f3 en la jugada 17 y eliminarlo le costó al polaco medio caballo, por lo menos, suficiente para recibir una lección de doma.
Giri planteó la Petrov ante Van Foreest y, pese a que llegó a tener peones triplicados en la columna c, pasó más vergüenza estética que verdaderos apuros. Si el lector apostó por las tablas tendrá bastante con recuperar su dinero.
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