La confianza y la inspiración son fundamentales en las partidas de ajedrez relámpago (tres minutos+2 segundos de incremento por jugada). A esa velocidad, Magnus Carlsen se convierte en una máquina implacable. Si en las partidas rápidas (15 minutos) aún es posible ponerle en aprietos (Dubov dio la sorpresa y le robó el oro a su «jefe»), en el Mundial de ajedrez ultraveloz el noruego solo tuvo a Jan-Krzysztof Duda como rival. Duda como rival… Seguro que no es el único al que le pasa. El polaco aguantó el paso hasta la última ronda en San Petersburgo, pero el número uno era una liebre inalcanzable. En la competición femenina, ganó Kateryna Lagno, con cierta emoción al final, pero sin perder nunca la cabeza.
Foto: Lennart Ootes
En la carrera particular entre Carlsen y Duda, una de las rondas más bonitas fue la decimosexta. Carlsen hizo tablas contra Hikaru Nakamura (quien logró la medalla de bronce), pese a que el primero estaba algo mejor. Entretanto, Duda se vio contra las cuerdas contra Sergey Karjakin, pero se las arregló para convertir el duelo en un carrusel de emociones que acabó en unas tablas espectaculares.
En la siguiente ronda probablemente se decidió el torneo. Nakamura, que había jugado con miedo ante Carlsen, derrotó a Duda con su habitual estilo, jugando a la velocidad del rayo en una posición muy cómoda para él. El polaco llegó a la recta final con opciones, pese a todo, pero tan remotas que no se materializaron. Como dijo Miroshnichenko, comentarista oficial junto con Peter Leko, Duda se proclamó campeón del mundo entre los humanos.
El campeón inhumano fue Carlsen, con 17 puntos en 21 partidas y ninguna derrota en su casillero. El noruego mejoró incluso su Elo y se acerca a los 3.000 puntos, solo al alcance de las máquinas. En San Petersburgo ha ganado su décimo título mundial, el cuarto en blitz.
Los españoles no estuvieron tan finos como en el Mundial de Rápidas, aunque Alexei Shirov le arrancó unas tablas a Magnus y David Antón demostró cómo se gana un final de alfil y caballo, que se dio en otras partidas en las que el bando fuerte no supo demostrar su ventaja. El mejor, no obstante, fue Paco Vallejo, que acabó en el puesto 37. Paradójicamente, el único que mejoró su Elo fue el peor clasificado, sobre todo porque Iván Salgado cometió el error de perder las dos últimas rondas.
Otro de los protagonistas fue el indio Nihal Sarin, conocido de los lectores del blog, un chico siempre deseoso de demostrar su talento, muy interesado en participar en las competiciones más fuertes y en venir a España a jugar. Terminó en el puesto número 11 y mejoró su Elo en 151 puntos, después de ganar a varios jugadores de más de 2700 puntos, lo que da una idea de su progresión.
Mundial femenino
Por detrás de Lagno, de 29 años y gran dominadora del torneo femenino (13,5 puntos de 17), la segunda fue la sorprendente iraní Sarasadat Khademalsharieh (13 puntos), de 21 años. Si la llaman Sara Khadem ella no se ofende y terminamos antes. Tercera fue la china Lei Tingjie (12,5).
Entre las españolas, Sabrina Vega hizo un buen torneo y terminó en el puesto 29, con 10 puntos y una ganancia de 58 puntos Elo. Venció a jugadoras como Natalia Zhukova y Mariya Muzychuk. La otra española en competición, Marta García, hizo 8 puntos, que tampoco están mal, porque subió 43 puntos Elo. Lo mejor fue su victoria ante Zhukova en la primera ronda. La rusa le dio unos cuantos puntos a nuestras ajedrecistas.
Ajedrez