ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs El blog de Jorge Cachinero por Jorge Cachinero

¿Guerra en el Líbano?

¿Guerra en el Líbano?
Nasrallah (i), Netanyahu (d).
Jorge Cachinero el

NB: Este artículo es una versión distinta de la que fue publicada anteriormente en El Economista.

El Economista, 15 de julio de 2024, p. 29.

El 7 de octubre de 2023 las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se activaron para hacer frente a los ataques simultáneos de dos grupos terroristas regionales contra su país.

Por un lado, las FDI lanzaron su Operación Espadas de Acero contra Hamas en la Franja de Gaza tras su asalto al sur y al centro de Israel.

Al mismo tiempo, las FDI comenzaron una guerra de desgaste contra Hezbollah, banda que, desde el Líbano, provocó el éxodo de decenas de miles de ciudadanos israelíes hacia lugares más seguros y alejados del alcance de sus baterías de artillería y de misiles.

Ataques a lo largo de la frontera israelí-libanesa.

Este enfrentamiento entre Israel y Hezbollah ha subido en intensidad durante las semanas últimas tanto en el terreno militar como en el de las declaraciones públicas de sus líderes respectivos.

La magnitud de esta guerra de desgaste crece porque que ambos lados están aumentando los esfuerzos de sus campañas militares respectivas.

Israel está golpeando cada vez más duro a Hezbollah, al liquidar a sus comandantes de más rango y al alcanzar a sus unidades e instalaciones que están situadas más al norte del Líbano.

Por su parte, Hezbollah está acortando la frecuencia de sus lanzamientos de drones y de misiles contra el territorio de Israel.

Esta tendencia hacia la escalada no sólo es militar, sino que se acompaña por mensajes, por advertencias y por amenazas más duras que cada parte dirige a su contraria.

Los riesgos de que se produzcan errores de cálculo por cualquiera de los dos lados han crecido de forma significativa.

La opinión pública en Israel y los ciudadanos israelíes desplazados del norte del país incrementan la presión sobre el gobierno de Netanyahu para que los habitantes de las regiones septentrionales de Israel puedan volver a sus casas cuanto antes.

Las señales de que los israelíes y su gobierno han llegado a la conclusión de que se hace necesaria una campaña militar para alejar aún más las milicias de Hezbollah de la frontera norte de Israel crecen.

Misiles tierra-tierra de Hezbollah apuntado hacia Israel, Bent-Jail, sur del Líbano.

El centro de gravedad del conflicto entorno a Israel se mueve lentamente desde el sur, Gaza, hacia el norte, el Líbano, lo que plantea la cuestión sobre si se va a producir una guerra abierta entre Israel y Hezbollah dentro del Líbano y, si así fuera, sobre cuándo podría suceder.

Ambos contendientes habían aceptado, hasta ahora, que las reglas de su enfrentamiento debían contener cualquier escalada posible de éste por debajo del umbral de una guerra abierta.

Hezbollah lideró con autonomía plena el proceso de toma de decisiones sobre el futuro de sus escaramuzas contra Israel desde el comienzo de éstas.

Sin embargo, las cosas han cambiado.

El líder de Hezbollah, Nasrallah, ha comenzado a vincular el futuro del combate de sus milicias contra Israel al de la resolución de la guerra en Gaza.

Nasrallah declaró recientemente que “mientras [ésta] continúe, los ataques a Israel desde el Líbano seguirán” y que sólo “finalizarán cuando [la contienda en la Franja] esté terminada”.

Al-Nakhleh (i), Jihad Islámica, y Al-Rouri (c), Hamas, con Nasrallah (d), 25 de octubre de 2023, Beirut, Líbano.

Nasrallah ha conectado los dos frentes al norte y al sur de Israel y ha apostado a que su cálculo político esté marcado por dicha conexión.

Nasrallah empieza a verse a sí mismo como el líder más radical del “eje de la resistencia que Irán ha financiado y ha armado durante años en el Oriente Próximo.

Nadie espera que el gobierno de Israel vaya a concluir la guerra en Gaza hasta que no se hayan conseguido todos los objetivos estratégicos marcados.

Las circunstancias que podrían desencadenar escenarios para el comienzo de una guerra abierta entre Israel y Hezbollah en el Líbano son múltiples.

En primer lugar, la escalada se podría producir de forma no intencionada, por un error de cálculo de cada una de las partes al analizar las intenciones de la contraria.

Esa es la dirección que ambas están tomando.

Por otra parte, Israel podría tomar una decisión deliberada para iniciar una campaña militar contra Hezbollah dentro del Líbano, sin que ésta fuera una guerra abierta.

La misión de esta operación sería la de dañar de forma significativa la infraestructura, los arsenales de armas y a los mandos superiores de la organización terrorista.

Este escenario sería de riesgo elevado y de cálculo peligroso, tanto que podría forzar que Israel se viera abocado a hacer frente no sólo a una invasión del norte de Israel por parte de Hezbollah, sino, incluso, a “una guerra de 7 frentes”, como Netanyahu la define.

Por último, una guerra total podría desencadenarse, en la que todos los elementos del “eje de la resistencia” se vieran involucrados directamente.

Este escenario de una guerra sin restricciones entre Israel y Hezbollah sería muy costoso porque provocaría bajas humanas y daños materiales significativos a ambas partes, ya que Hezbollah lleva preparándose y armándose para ella desde 2006.

 

EspañaMundoOtros temasUnión EuropeaYihadismo

Tags

Jorge Cachinero el

Entradas más recientes