(Columna aparecida en la 1ª edición de ABC el 4/10).
El PSOE ha pasado de ser el partido del dialogar al partido del coser. Es una aportación, la primera, de Susana Díaz, un verbo cálido que puede ser quirúrgico, pero también cariñoso, familiar. “Coser” rehumaniza el lenguaje nebuloso y ya gastado del zapaterismo, que no se había renovado.
La expresión cuajó y por eso el domingo Miquel Iceta insistía. “Coser, coser es lo que hace falta”. Él y los barones, que ya lo repiten un poco como coro de don hilariones.
Los barones dicen cosas extrañísimas. Abel Caballero habló de aumentar la“amigabilidad” del PSOE. Esto solo lo superó una rea de Gran Hermano, que habló de la “graciosidad” que alguien aportaba a la casa.
Dejar de oír a los barones es la mayor razón para desear la unificación del PSOE. Otra es que no se repita la rima “fascista/lista” de los militantes en Ferraz.
El PSOE pierde votos, pero no barones. Son ejemplares un poco decimonónicos y hablan sin parar. Aramís Fuster reconoció tener también “necesidad de foco”, pero ella al menos cambia de peluca.
Exhiben la sonriente seguridad de haber ganado en su pueblo y proyectan provincia en Madrid, pero sobre todo “su idea de España” en Madrid. Pero tener idea de España en Cáceres es fácil y absolutamente gratuito. Es casi inútil. Tenerla en Madrid es lo difícil.
El barón es un político que sin dejar de ser untuosamente regional piensa mucho España y encima puede permitirse ser “un poco del PP”. Esta ambivalencia, este lujo, es precursor de Ciudadanos y su retórica de bisagra.
Son barones territoriales, pero lamentablemente no se ciñen a su territorio, y todos recuerdan a alguien, en todos hay una reminiscencia al antiguo preboste del que fueron delfín o copia: un gesto de Zapatero, un moflete de Bono… En García-Page, por ejemplo, hay algo inacabado y triste de réplica y Monchito.
Luego está Corcuera, que es barón inmemorial, y cuando se cabrea dice la “pera limonera”. ¿Se puede ser de izquierdas diciendo la “pera”?
Donde Ferreras, dónde si no (lamentable otra vez TVE) Carmona, que parece un político de “¡Que vienen los socialistas!”, dijo algo glorioso sobre Javier Fernández, el barón transitorio: “Sus padres se conocieron en un campo de concentración. Nadie mejor que él para coser”.
