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Blogs Madre no hay más que una por Gema Lendoiro

Pedroche, la incontinencia verbal y «las putas serpientes» de Idomeni

Gema Lendoiro el

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cristina Pedroche es la mujer española con más seguidores en Twitter. Si es usted una persona normal y con sentido común esto quizás no le impresione tanto como si le digo que Pedroche es una de las descubridoras de una vacuna importante, la del Zika, por ejemplo. Pero es que en la actual dictadura cibernética que vivimos, lo que se diga en la red social de los 140 caracteres, va a misa. O no. Depende de qué parroquia. Y la de Pedroche es joven y potente. Como ella. Que Pedroche diga que va a querer siempre más a su marido que a su hijo no mejora la condición de los refugiados de Idomeni ni se pretende.  Que Pedroche diga cómo le conmueven esas imágenes “de las refugiadas dando a luz en el barro mientras se las comen las putas serpientes” tampoco mejora la condición de las mismas. Es más, todavía no hay reacciones por parte de las “putas” serpientes tras haber sido gravemente insultadas por la buenorra que sale en el sexta.

El de Pedroche es todo un manual perfecto del postureo. En realidad en lo que único que se diferencia de Kim Kardashian es que ésta tiene el culo mucho más grande y de Paris Hilton en que Pedroche es choni y Hilton, sofisticada y megaforrada. Pero es todo pura fachada y marketing que se traduce en cuentas corrientes la mar de rentables. Y que, lamentablemente, no van a parar a las putas serpientes de Idomeini. Que la de Vallecas es de izquierdas pero no tonta.

En cualquier caso sus declaraciones sobre la maternidad futura son comprensibles. Pedroche es la mejor versión patria de Miss reina de la cosecha de Alabama, solo que ella pone el acento en el ejque y a cada sustantivo le antepone el Hostia o el puta para mayor énfasis y regocijo de sus fans. Por supuesto sin olvidar que ella es la única mujer sobre la faz de la tierra que ha conocido el enamoramiento. No le daría demasiada importancia. Si a eso le añades que no tiene hijos y, por lo tanto, no sabe qué se puede sentir o no al tenerlos, sus declaraciones sobre ese tema en concreto tienen el mismo valor que las teorías de Rosa Benito sobre el Bosón de Higgs.

Da igual lo que diga, no hay motivo para rebelarse ni indignarse. Todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, incluso si aquello que pensamos es una idiotez. Pensar que siempre vas a querer a tu marido es bueno, de hecho nadie debería casarse pensando lo contrario. Pensar que vas a querer mucho más a tu marido que a tus hijos demuestra que eres joven e inexperta, pero sobre todo que no tienes hijos. Pensar que el resto de tu convivencia va a ser como los primeros meses demuestra que nunca has tenido una convivencia larga y con niños. ¡Claro que se puede querer cada día más a tu marido! Pero en esto del querer, después de la fase de calentamiento (literal) llega la real, que es la de un amor mucho más sereno y bastante más enriquecedor. Pero esto no se sabe hasta que se pasa. Es como las resacas, o el dolor de las contracciones. Que por mucho que te las cuenten…

Pedroche tiene incontinencia verbal y su afán por ser única e irrepetible (que ya lo es…como todos) le hace decir chorradas que, a veces, rayan la insolencia y la irresponsabilidad. Y eso es lo grave. Vale que sea la única mujer del planeta en enamorarse. Vale que se repita más que el ajo siempre hablando de lo enamorada que está de David. Vale que diga que le caen mal todos los votantes del PP (así, en bloque todos los millones que los debe de conocer a todos), vale que diga que es un tío conduciendo (ella sabrá a qué se refiere con semejante sentencia filosófica), pero que diga que “nos olvidemos de machismo, feminismo y su puta madre”, ahí ya ha dejado de ser la graciosa de la clase para ser la que debe ser expulsada. Hay líneas que es mejor no cruzar salvo que quieras ser la mejor versión del imán de la mezquita de Raqqa. El problema es que tenga toda esa retahíla de seguidores con su proyección pública y notoria, donde sus declaraciones no caen en saco roto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No puedo sentirme mal por atacar lo que otra mujer ha dicho, cuando ella misma desprecia cómo conducimos las mujeres: las estadísticas de los accidentes por sexo de la DGT tampoco (supongo) se las habrás leído. ¿La ilustrada cabeza de Pedroche no comprende que el feminismo sigue siendo necesario? Solo un pequeño detalle pero sumamente esclarecedor: El machismo todavía vigente es que el que hace que esté en la tele dando las campanadas en bragas. Porque está buena y saben que muchos se pondrán palotes viéndola medio en bolas y eso les conviene por audiencia. Y porque ella acepta el juego pero no las críticas. ¿Se imaginan a Ana Pastor en bragas dando las uvas? Porque Pastor también es muy guapa y también está muy buena. Seguro que averiguan la razón de por qué una sí lo hace y la otra, no. 

¿Eso es lo que quería cuando estudió dos carreras? Que lo quiera la actual señora Trump y lo diga sentada en bragas en una escalera de oro macizo tiene su explicación pero ¿ella?, ¿ella que es la garante de los derechos civiles de Vallecas y de las putas serpientes de los alrededores de Idomeini? No está en la tele porque sea una excelente comunicadora ni tenga unas exposiciones brillantes sobre política internacional, porque entonces sería Ana Pastor (que, por cierto, todavía no ha declarado públicamente su amor por Ferreras ni ha posado detrás de un perchero con él para la revista Hola) Me da que los motivos por los que está son otros. Que salga medio en pelotas en fin de año es una pista, diría que diáfana, de por donde van los tiros y que viene a corroborar que seguimos siendo una sociedad muy machista. ¿Adivinan por qué? Ningún presentador-hombre necesita salir en tanga para subir la audiencia. Y ella, sí. Y a eso debería haberse negado ya que es una mujer que dice ser tan progresista. Salvo que su papel sea el de conejita de Playboy, en cuyo caso no se hace creíble su discurso sobre las “putas serpientes” de Idomeni que se comen a las mujeres sirias que paren en el barro. No cuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No me voy a poner trágica con lo que significa el feminismo. Solo necesita un poco de reflexión y quizás un par de horas en una casa de acogida para darse cuenta de que lo que ha dicho carece de sentido alguno. Pero es que tiene todavía más. Hay algo peor en esta vida que la ignorancia y es el resentimiento. Vivir odiando desgasta, se le va a arrugar muy pronto la cara y el hígado como siga así. Mira qué cosas dice:

“Hostia, es que es la verdad. PP: pendientes de perla. Eso es así de toda la vida. Cuando era pequeña, me daba tanta rabia la gente que iba con pendientes de perla… Es que son pijas malas. Y aquí en Vallecas había gente como mi tía que, de repente, se ponía perlas y yo pensaba: «Algo escondes». Que a lo mejor es una chorrada y ser del PP es más llevar el pelo así o el foulard asá. Pero hoy he visto a Rita Barberá con las perlas y yo, cuando pienso en una señora del PP, pienso en Rita Barberá. No me gustan las perlas y ya está. No pasa nada”

Es, sin duda, un análisis sociológico y político de gran calado, listo para ir a imprenta y formar parte de cualquier manual universitario sobre política. Por cierto, Pedroche es marca de las joyas  Morellato cuyo catálogo está plagado de perlas. ¿Las van a quitar o van a darle las perlas a las “putas serpientes” para que se las coman o qué van a hacer?

Pendientes de perlas de la marca Morellato de la que Cristina Pedroche es imagen. La propia Pedroche acaba de declarar que “Cuando era pequeña, me daba tanta rabia la gente que iba con pendientes de perla… Es que son pijas malas. Y aquí en Vallecas había gente como mi tía que, de repente, se ponía perlas y yo pensaba: «Algo escondes»

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero hay más, aquí vuelve al ataque con una gran obsesión, ya natural y de serie en su persona:

“Yo soy vallecana y presumo de ello. Ahora vivo en Méndez Álvaro (otra zona del sur de Madrid menos popular), pero sigo viniendo todos los días. Soy de barrio y siempre lo voy a ser. Conozco el tópico: los de la tele son todos unos pijos con mucho dinero que viven en La Moraleja. Pues no. Mi sitio es éste, mi gente es ésta”

Para mí que la Pedroche sufrió el ataque furibundo cuando tenía 16 años de una chica que vivía en la Moraleja, que llevaba perlas y cuyos padres votaban al PP y ahora toma venganza metiendo a la pija esa de la Moraleja y que (seguramente) llevaba perlas en el mismo saco que a las “putas serpientes” de Idomeni. Y claro, se hace un lío de cojones y lo que dice se parece más a cualquier frase de miss Wisconsin que a la de una activista como Dios manda del barrio de Vallecas.

Y encima tiene un blog en Hola que, como todo el mundo sabe, es la lectura de cabecera de las mujeres de izquierda con pañuelos palestinos que se cagan en las putas serpientes de Idomeini.

 

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