Quinientos post. Una cifra tan redonda como importante. Desde aquel breve y tímido post que colgué el 26 de septiembre de 2005 bajo el título “Chiles en nogada y fabada”, que inauguraba el que era entonces primer blog gastronómico escrito por un periodista profesional, han transcurrido 65 meses. Y han pasado muchas cosas en el mundo de los cocineros y de los restaurantes. En este medio millar de artículos hemos recorrido el mundo y sus cocinas, desde Japón hasta México, desde Perú hasta Suráfrica, pasando por Nueva York, por California, por Brasil o por casi toda Europa, desde Lisboa hasta Estocolmo o San Petersburgo. Hemos visitado todos los tres estrellas españoles con la única excepción de Sant Pau (aunque estuvimos en su sucursal de Tokio), y una buena parte de los de dos y una. Hemos recorrido todas y cada una de las Comunidades Autónomas españolas, con la única y lamentable excepción de Baleares. Hemos estado en sitios modestísimos disfrutando de un buen pote asturiano o un cocido de hinojos granadino, lo mismo que hemos disfrutado en los más lujosos restaurantes de Londres o de París.
Hemos hablado de cine gastronómico, de los mejores libros de cocina, de congresos y de encuentros profesionales. De las guías gastronómicas y su utilidad. Nos hemos ocupado mucho de la importancia del servicio de sala. Ha habido sitio para las tapas. Hemos hablado de los precios de los restaurantes. Le hemos dedicado muchos artículos al producto, desde la lamprea hasta el cardo. Hemos hablado de sencillas tortillas de patata o de complicados platos con nitrógeno. De casquería y de esferificaciones. De vinos y de champanes. De cervezas. Incluso del agua mineral. De los gin tonic y de la coctelería en general. Hemos hecho catas de muchas cosas, desde merluzas hasta carnes exóticas. Hemos visitado bodegas y casas de champaña, hemos estado en fábricas de jamón o de conservas. Hemos elegido los mejores platos de cada año. Y hemos hecho listas de los que consideramos mejores restaurantes. Hemos criticado algo y elogiado mucho. Hemos visto aparecer y desaparecer otros blogs y otros foros gastronómicos en la red. Hemos debatido sobre lo divino y lo humano. Hemos compartido tertulias agradables con muchos chefs, empezando por Ferran Adriá. Y hemos tenido también momentos tristes con la muerte de algunos cocineros y propietarios, desde las de Abadía, Oyarbide o Cidón hasta la impactante y reciente de Santamaría en Singapur. Hemos dado nuestros propios premios y hemos recibido otros muchos. Hemos sufrido ataques desaforados, pero también grandes elogios. Hemos tenido momentos mejores y peores. Pero, sobre todo, nos hemos divertido. Porque la gastronomía es para divertirse. Y si uno no lo entiende así o no es capaz de hacerlo, mejor dejarlo. Pero nada, absolutamente nada de esto, hubiera sido posible sin todos ustedes, los miles y miles de profesionales y aficionados que sabemos que nos leen cada día, y los menos que se atreven a exponer sus opiniones, sus recomendaciones o sus preguntas. Todos los que forman con nosotros la gran familia de SALSA DE CHILES. Como ven, quinientos post dan para mucho. Ahora ya tenemos más cerca el millar.
Productos Gourmet Carlos Maribonael