Las peripecias de un cocinero antes y durante su participación en el que se considera el campeonato del mundo de la especialidad, el Bocuse d’Or, que se celebra cada dos años en Lyon. Ese es el argumento de EL POLLO, EL PEZ Y EL CANGREJO REAL, un documental de José Luis López-Linares producido por Antonio Saura hijo. Como protagonista, Jesús Almagro, el cocinero madrileño (en realidad nacido en Cádiz) que tras ganar el campeonato de España tuvo la suerte de participar en el mayor concurso de cocina que se celebra en el mundo. Para ello, su jefe, Pedro Larumbe, y algunos de los principales cocineros de Madrid le estuvieron preparando durante meses. Y lo hicieron con verdadera dureza.
Los que lleven tiempo leyendo este blog recordarán el post que publiqué hace poco más de un año, concretamente el 25 de enero, titulado Un paseo por Lyon y en el que les daba cuenta de la final de ese Bocuse d’Or. También en el post anterior colgué numerosos comentarios de mis experiencias aquellos días con la delegación española que arropaba a Jesús Almagro. Entre ellos se encontraba el equipo que rodaba el documental, por lo que pude asistir a varios momentos del rodaje.
La película-documental se ha estrenado oficialmente ahora (cine Renoir Plaza de España), coincidiendo con su participación fuera de concurso en la Berlinale, aunque ya se pudo ver un adelanto en el festival CineGourland que se celebró en mayo pasado en Laguardia. Les recomiendo vivamente que la vean para que se den cuenta hasta donde puede llegar la presión sobre un cocinero ante un campeonato de este nivel. Pruebas y más pruebas, tensión y más tensión. Jesús Almagro da muestras todo el tiempo de un temple y de una paciencia verdaderamente admirables. Él es el gran protagonista de una película sobre cocina, sobre cocineros y sobre ‘el mayor espectáculo del mundo’ en torno a la cocina. He estado dos veces en la final de Lyon y les aseguro que hay que ver la película para entender lo que es aquello ya que resulta imposible describirlo con palabras. El espectáculo del público que abarrota las gradas animando a sus compatriotas con banderas, bocinas y cencerros, como si de un partido de fútbol se tratase, deja perplejo a cualquiera.
El título hace referencia a los tres productos obligatorios en los platos de los cocineros finalistas: pollo de Bresse, pez balder (fletán blanco noruego) y cangrejo real (también noruego). Todo, los preparativos, la tensión del protagonista, el mundo que se mueve a su alrededor, los nervios del gran día, aparecen perfectamente reflejados en este documental que en realidad es una excelente película gastronómica. Almagro, que al final fue noveno (el mejor puesto logrado nunca por un español en Lyon), demuestra que es un buen cocinero, pero sobre todo una gran persona (y un excelente actor). Como uno de los coproductores es Televisión Española, supongo que la película podrá verse, a no mucho tardar, en la pequeña pantalla. Veremos a qué hora de la madrugada.
Otros temas Carlos Maribonael