Carlos Maribona el 27 mar, 2009 Ferran Adriá y Andoni Luis Aduriz en su ponencia conjunta en Tokio La presencia de tres cocineros españoles en el recién concluido TOKIO TASTE ha provocado en las últimas horas en este blog un intenso debate y un gran revuelo en el mundo de la cocina española. Creo que es el momento de intervenir y fijar mis posiciones porque no quiero en ningún caso dar la impresión de que estoy de acuerdo con muchas de las cosas que se han dicho en las últimas 24 horas. El tema es importante y prefiero dedicarle un post completo. En primer lugar, se están lanzando acusaciones muy graves contra colegas mÃos. Acusaciones infundadas y que quedan ahà para su desprestigio. Yo sé como funcionan estas cosas, y ayer dejé claro mi rechazo a la forma de actuar de determinadas personas, cuyos procedimientos no comparto. Pero no se puede acusar a nadie impunemente sin pruebas. Y nada de lo que se ha dicho alegremente está demostrado. Por tanto, a partir de ahora borraré todas esas insinuaciones si no se basan en hechos contrastados. En segundo lugar, tengo muy buena relación con todos los cocineros que se han citado. MagnÃfica con Adriá, con Arzak y con Aduriz. Recuperada en los últimos tiempos y muy buena con MartÃn Berasategui. Muy cordial, a pesar de lo mucho que le he criticado, con Santi SantamarÃa. Por tanto no creo que intentar crear divisiones entre ellos, o hurgar en las heridas para aumentar las posibles disensiones, sea el mejor camino. Todos son grandes cocineros y todos buscan lo mejor para nuestra cocina. El gran error es romper la unidad, aunque esta sea artificial en ocasiones. Ahà está el ejemplo de la cocina francesa: cuando entre los grandes chefs galos surgió la desconfianza, y cada uno comenzó a hacer la guerra por su cuenta, todo el espléndido trabajo que habÃa hecho con la nouvelle cuisine desapareció de golpe. Y la cocina francesa dejó de tener el protagonismo que habÃa tenido. ¿Es esto lo que queremos para España? La imagen de unidad puede ser artificial, pero de puertas a fuera y en un momento como este, esa imagen es muy importante. En tercer lugar, me parece increÃble que se haya abierto la veda contra Ferrán Adriá. Nadie ha hecho en la historia lo que él por la cocina española. Y ahora, empezamos a negarle. ¿Por qué? Para Ferrán, que es un dios de la cocina en todo el mundo, serÃa más cómodo dedicarse a sus propios negocios y no seguir tirando del carro como está haciendo. Y asà se le paga. En cuarto lugar, otro error es intentar unir a MB y SS en un frente común. No comparten nada (salvo el hecho de ser grandes cocineros). Y sus mensajes crÃticos se deben más bien a cuestiones personales de cada uno contra los demás, a supuestos agravios, que a un intento de crear un ‘frente alternativo’. No creo que lo quieran, pero si fuera asà se equivocarÃan. Y no digo ya meter en el saco a Carme Ruscalleda, que se limita a trabajar lo mejor que sabe (que es mucho, y lo he comprobado en Tokio) y a no meterse en otras cuestiones que no le importan en absoluto. En quinto lugar, creo que ha sido bastante sensato el comentario de Pau, que ratifica algunas de las cosas que escribà ayer. Por ejemplo que ha sido RGS el que ha tirado la toalla sin que nadie le haya echado. Por eso el Diario Vasco ha recurrido con urgencia a Roser Torras, colaboradora de RGS muchos años, para no perder el congreso de San Sebastián. Y me consta que Roser llega con ánimo integrador, al menos con todos los cocineros vascos. En sexto y último lugar, no se equivoquen algunos. En este blog hemos tenido siempre las ideas muy claras. Y quien esto firma no va a abanderar, ni va a permitir que el blog lo haga, ningún movimiento ‘alternativo’ de cocineros ni que se rompa la unidad de una mayorÃa de nuestros grandes chefs. Y seguiré defendiendo a Ferrán Adriá porque se lo ha ganado a pulso y porque sin él nuestra cocina no estarÃa en la situación de privilegio de que disfruta en el mundo. Lo acabo de comprobar en Tokio. Aún asÃ, aceptaremos todos los comentarios que se escriban desde el respeto, como creo que estamos haciendo, nos gusten o no nos gusten. Y los rebatiremos cuando sea necesario. Pero nada más. Espero que mi posición, desde la más absoluta independencia, quede clara para todos. Otros temas Comentarios Carlos Maribona el 27 mar, 2009