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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Homenaje a Fernando Abadía

Carlos Maribona el


 


Ha muerto en Huesca, a los 48 años, Fernando Abadía, uno de los mejores cocineros aragoneses. Su restaurante LAS TORRES, que puso en marcha junto a sus hermanos Rafael y Alfredo, fue el pionero de una renovación de la cocina oscense que ha hecho de la ciudad aragonesa una de las principales referencias gastronómicas de España. Nieto de una conocida ‘guisandera’, comenzó su andadura profesional en el restaurante de sus tíos, Mesón del Molinero. De allí marchó a Figueras, al restaurante Ampurdán, y luego a Rosas a trabajar en La Almadraba con José Mercader, donde aprendió mucho sobre las nuevas tendencias de la cocina. Pasó por Costa Vasca, en Zaragoza, antes de volver a Huesca. Tras algunos escarceos, estuvo nueve años en NAVAS, el primer restaurante oscense que logró una estrella Michelin. Finalmente, en 1989, con sus hermanos, abrió LAS TORRES y rápidamente lo situó en la vanguardia de la cocina aragonesa. En 1999 logró su estrella Michelin. Luego abrieron otros dos restaurantes, Alameda Las Torres, que luego pasó a llamarse Abadía Las Torres, más orientado a banquetes, y JULIANA, un sitio informal y desenfadado donde se come francamente bien. Su cocina era muy técnica, siempre con el mejor producto del mercado (sobre todo aragonés), de sabores limpios y potentes. Con 48 años tenía por delante un largo recorrido. Descanse en paz.


Y este homenaje a Fernando Abadía debe tener continuidad con un reflejo de la situación gastronómica en Huesca. Tras la estela de LAS TORRES, han aparecido magníficos restaurantes, hasta el punto de que como decía al principio es una de las ciudades españolas con mayor nivel. Para demostrarlo, ahí tienen el espléndido LILLAS PASTIA (Plaza de Navarra, 4. 974 21 16 91), donde Carmelo Bosque borda una cocina innovadora que mantiene un perfecto equilibrio entre tradición y vanguardia. Y por si no fuera bastante, hay un tercero en discordia, LA VENTA DEL SOTÓN, aunque en este caso está en las afueras de la ciudad, en Esquedas, a 14 kilómetros. Lo mejor de la cocina tradicional de la zona con un toque justo de creatividad. Mérito de Lorenzo Acín al que tomó el relevo su hija Ana. Junto a estos tres pilares, en la capital oscense merecen la pena también el ya mencionado Juliana, y APOLO (Alcoraz, 2. 974 21 27 36), donde Antonio Arazo ofrece una cocina algo más tradicional.


Ya en la provincia sigue el lujo culinario. Veamos una muestra: EL LAGO, en Panticosa, justo en el precioso y magníficamente restaurado Gran Hotel, con la asesoría de Pedro Subijana. ALENA, en Barbastro (Portal del Sol, 1. 974 30 55 07), un sitio emergente y muy interesante. GABI-CASA BLASQUICO, en el encantador pueblo pirenaico de Hecho, donde se puede comer cocina muy tradicional y también algunos platos innovadores. Y por último LA COCINA ARAGONESA, en el hotel Conde Aznar de Jaca, otro buen ejemplo de como se combina en Huesca tradición y modernidad en la cocina. 

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