Tú puedes poner un magnífico piano de cola en una jaula de monos, y afinarlo cada día, pero los monos no saben tocar el piano. No es de monos saber tocar el piano.
Tú puedes entrenar a los monos para que sepan tocar algunas teclas, e incluso algunas teclas seguidas, pero por mucho que al final pueda parecer que el sonido que consiguen en algo se asemeja a una melodía, los monos no saben tocar el piano, ni es de monos saber tocar el piano, ni más allá del entrenamiento concreto sabrán qué hacer con el precioso instrumento. Eso no quiere decir que los monos no merezcan vivir, ni que no tengan otras habilidades, ni que no sea dulce darles de vez en cuando premios de cacahuetes o de plátanos. Simplemente significa que no saben tocar el piano, y que es inútil invertir en monos y en pianos.
Todo ello lo escribo pensando en los griegos, en el capitalismo y en la democracia. Que Dios sepa perdonarme.
Otros temas Salvador Sostresel