La propaganda independentista está tratando de convertir la actuación de los Mossos d’Esquadra en el primer acto de lo que esperan que a partir de octubre se convierta en el Estado catalán. “Se ha visto que los Mossos son comparables a cualquier otra policía” ha dicho el consejero de Interior. Deprisa y corriendo, el Parlament concedió ayer la Medalla de Oro a los Mossos, policías locales y servicios de emergencia.
Sin embargo, la actuación de la Policia de la Generalitat, aunque meritoria y valerosa, deja algunas preocupantes sombras precisamente relacionadas con su afán por marginar a las demás fuerzas y cuerpos de seguridad de las investigaciones, además de otros errores que tienen que ver con una alarmante falta de preparación y de claridad en los protocolos.
1. El miércoles 16 de agosto se produce una explosion enorme en un chalet de Alcanar que se escucho a varios kilometros a la redonda. Los Mossos declararon esa explosion como “accidentental” por “acumulación de gas”. La Guardia Civil de San Carlos de la Rápita acudió inmediatamente, pero los Mossos no les dejaron ni entrar.
2. En la casa de Alcanar aparecieron mas de cien bombonas de butano y varias de acetileno. Los testimonios del vecindario daban cuenta de que la casa estaba “okupada” por un gran número de árabes. Los Mossos no consideraron otra hipótesis que la del accidente y no comunicaron ni a la Guardia Civil ni a la Policia Nacional este incidente ni les dejaron investigar. Uno de los ocupantes de la casa resulto herido y fue trasladado al hospital. Nadie le interrogó ni mucho menos le detuvo. Sólo tras el atentado de las Ramblas descubrieron en la casa restos de triperoxido de triacetona (TATP), el explosivo usado por las células yihadistas y cuya fórmula de fabricación difunden en sus paginas web. Ese dato hubiera puesto inmediatamente a los ocupantes de la casa en relación con la preparación de un atentado y en cambio las horas que pasaron entre la explosión y el atentado fueron un precioso tiempo de ventaja regalado a los terroristas y que habríamos podido usar para investigar y vigilar si a la Guardia Civil se le hubiera permitido realizar su trabajo.
3. Que la furgoneta irrumpiera en Las Ramblas a gran velocidad fue posible porque no existían -ni todavía existen, ni se les espera, de modo que otro atentado idéntico podría volver a producirse en cualquier momento- barreras arquitectónicas de ninguna clase en la zona peatonal, pese a que la Policia Nacional recomendó instalarlos tras el atentado, también en forma de atropello, de Berlín. El portavoz de los Mossos despreció esta advertencia diciendo que no existía “ninguna amenaza concreta” contra Cataluña y Ada Colau, incluso tras el atentado de las Ramblas, ha asegurado que no va a proteger las calles más concurridas porque quiere que Barcelona siga siendo “una ciudad libre”.
4. La operación jaula que se organizó en el extremo norte de la Diagonal fue un inconcebible coladero que puso, además, innecesariamente en riesgo la vida de los agentes que participaron en ella. Ni cadena de pinchos, ni muros de hormigón en ziga-zaga, ni una dotación suficiente de agentes que tampoco estuvieron adecuadamente provistos de las armas de la potencia necesaria. Sólo una pareja de Mossos con sus pistolas reglamentarias, tan expuesta a cualquier eventualidad que hasta un chico con un Ford Focus pudo huir sin más dificultad que la de acelerar, hiriendo además a uno de los agentes y sin que el coche robado presentara ni un solo impacto de los diez tiros disparados.
5. No sólo el terrorista pido escapar sino que el jefe de los Mossos desvinculó tajantemente este incidente del atentado de las Ramblas, cuando tan estaba íntimamente relacionado que quien viajaba en el coche era su autor material. Más tiempo regalado a los terroristas: tanto para Younes Abouyaaqoub, que pudo huir, como para los demás miémbros de la célula, que pudieron preparar su excursión a Cambrils sin que nadie relacionara la casa de Alcanar con el imán de Ripoll, como sin duda habría sucedido si la Guardia Civil hubiera sido autorizada a investigar la explosión y si Abouyaaqoub hubiera sido detenido en una operación jaula montada con las garantías necesarias.
6. El portavoz de los Mossos informa que descartan mas atentados, y que todos los esfuerzos van dirigidos a localizar a los sospechosos del atentado de Las Ramblas.
7. Pero en Cambrils, una furgoneta con cinco marroquíes pretende repetir el atentado de Las Ramblas, posiblemente en el paseo marítimo de Salou, lleno de gente a esas horas de la noche. La furgoneta recibe el alto de una pareja de los Mossos, pero no se detiene y vuelca en la rotonda inmediata al control. Cuatro de los ocupantes salen del vehículo y atacan al agente de los Mossos que les controlaba sin saber que había sido militar en La Legión, y los mata a tiros a los cuatro en un instante. El quinto sale corriendo y, pese a ser interceptado por una pareja de Mossos que se desplazaban en un coche camuflado, tiene tiempo a degollar a una señora que pasaba por allí. Finalmente es disparado por los agentes, que a cinco metros, consiguen alcanzarle con tres de los once tiros que dispararon.
8. Se descubre que todo empezo en una mezquita de Ripoll, en la que actuaba como imam un marroquí ex presidiario de la cárcel de Tarragona, Abdelbaqui Es Satti, del que se sabía que habia teido relación con los terroristas del 11-S. Ripoll es un pueblo de 10.000 habitantes en el que, por lo visto y las autoridades de Interior de Cataluña no fueron capaces de darse cuenta qué clase de imán dirigía la mezquita.
9. Desde el momento del atentado se buscaba a un niño australiano de siete años, cuya desaparición había denunciado su familia tras el atentado. Dos díaa más tarde, los Mossos aseguraron que se encontraba en un hospital y que no había ninguna víctima no localizada. Medio dia mas tarde los Mossos tuvieron que explicar de que el niño australiano en realidad estaba muerto y que falleció en el atentado.
10. Mossos d’Esquadra tiene abierta una investigación interna para dar con los agentes que ilegalmente filtraron la fotografía del terrorista abatido en Subirats.
La Generalitat tendría que recordar la evidencia de que no es más catalana la policía que no se deja ayudar por otras policías más expertas e informadas sino la que mejor es capaz de proteger la vida de todos los catalanes.
Otros temas Salvador Sostresel