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Blogs French 75 por Salvador Sostres

Jugar por arriba

Salvador Sostresel

Bonanova
Sant Gervasi de Cassoles, 103
934171033

Cocina: 9
Servicio: 9
Sala: 9

Bonanova, en la linea de La Lonja, se preocupa de comprar lo mejor y de cocinarlo con refinamiento y gracia. Se pueden distinguir las estaciones por los platos de cada día. Ahora que está a punto de llegar el verano tenemos unos sorprendentes mejillones de Masnou -incluso mejores que los del Delta-, lubina del mediterráneo, los ceps de las últimas lluvias antes de que los estropee el calor y las piparras a la brasa y no fritas. Todavía es pronto para los mejores tomates, pero el gazpacho es un diez y la crema de espárragos hace llorar. ¡Traiga más! Y te la traen.

Bonanova es un restaurante serio, fiable, no es barato porque no existen los duros a cuatro pesetas y dispone de las comodidades de las grandes casas pero desde una informalidad positiva y ordenada. Tiene un patio interior donde se puede fumar y una respetable selección de puros.

Adolfo, el propietario, sabe qué hacer contigo y eso es importante cuando se trabaja con material tan fresco y diario. Cada vez soy más de la opinión que un restaurante que te da la carta es un mal restaurante y que el dueño que te deja la responsabilidad de elegir es un mal profesional. Adolfo sabe perfectamente lo que tiene y lo que no tiene, y sobre todo, lo que yo me merezco. Yo sólo miro la carta en la pantalla del McDonald’s cuando antes de volar a París desayuno unos Chicken McNuggets con salsa barbacoa, primero porque están buenísimos y luego porque es el contraste lo que nos ayuda a amar la vida.

Hay que empezar a jugar por arriba y sólo por arriba. En una casa donde vas a pagar entre 70 y 90 euros (y eso si no te pones estupendo con los vinos o, cuando la hay, con la trufa blanca) lo mínimo que puedes exigir es que te den lo mejor que en cada momento tenga, y eso es algo que Adolfo sabe hacer y que sus clientes le agradecemos profundamente.

Entrando a la izquierda hay un semi-reservado muy agradable, donde más que privacidad se tiene tranquilidad, que no es poco. El servicio es competente y amable y cuando los chicos no saben algo no sueltan la primera tontería que les pasa por la cabeza sino que tienen la modestia -y la inteligencia- de llamar a Adolfo para que sea quien resuelva, y esto es algo que los clientes acabamos agradeciendo mucho porque es muy molesto cuando te tratan como si fueras imbécil.

Bonanova es uno de esos restaurantes que estructuran una ciudad, que dan sentido y contenido a la alegría de salir a comer con tus amigos. Encontrar la calidad y poder disfrutarla en estos tiempos de zozobra, tan aciagos, es como poder atracar, ni que sólo sea un instante, en la bahía de la tranquilidad.

El ambiente de Bonanova es agradable, nuestro. Seguro, confortable. Entre de derechas y muy de derechas, que es lo que siempre hemos hecho en casa.

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