Mi periódico ABC explica que el cantante Joaquín Sabina se queja amargamente de la reventa de entradas y ha pedido que el Gobierno una ley estatal que la prohíba. También don Joaquín arremete, en su disco nuevo, que saldrá a la venta en marzo, contra Hacienda, y la llama tiburón y confiscadora de bienes.
Es gracioso ver cómo Sabina, que ha elevado a mito al quinqui y al canalla en sus canciones, y tanto ha celebrado la figura del pirata, la del pirata cojo, una de sus más celebérrimas canciones, se hace el recto y el puritano cuando las lecciones que tanto ha dado a los demás se vuelven contra él mismo y sobre todo su bolsillo. La derecha, a fin de cuentas, es un estado de necesidad.
Sabina, que siempre ha presumido de anarco-canalla, de okupa y de transgresor, quiere ahora que el Gobierno intervenga para ayudarle con las entradas de sus conciertos. Es dulce y tierno cuando los hijos más rebeldes vuelven a casa para que mami les rellene el táper.
Lo de Hacienda es todavía más gracioso, porque un comunista como él tendría que estar encantado de ser el que más impuestos paga. Uno que en nombre de la izquierda a tantos empresarios ha insultado, y tanto se ha hecho pasar por hermano de los pobrecitos, tendría que estar celebrando que Hacienda le haya dado la oportunidad de respaldar sus discursos con su vida.
Yo tengo una gran admiración por Joaquín Sabina, y pienso que es autor de bellísimas canciones. Pero tanto él como sus amigos cantautores han llevado y llevan una vida que no tiene nada que ver con sus discursos. Exprimen y explotan comercialmente el dolor de los pobrecitos haciendo ver que son como ellos, cuando son todo lo contrario, y gracias al clamoroso engaño de hacerse pasar por parias viven como marqueses. Lo mismo hacen con el capitalismo: lo critican con su demagogia trasnochada mientras gracias a él van engordando sus arcas.
Querido Joaquín, te sobra talento para que sin tanto cinismo, tanta comedia y tanta farsa, te admiremos igual, y hasta todavía más, y te admiraremos por tu genio, que es como se admiran a los artistas en los países avanzados y libres.
Otros temas Salvador Sostresel