El Dos de Mayo, Madrid celebra la libertad, y está muy bien que la celebre, y precisamente por ello tendría que celebrarla muy atentamente.
Porque hoy ya no acechan los franceses, pero las hordas populistas amenazan de un modo tan o más severo. La libertad es muy frágil, y cuesta mucho conquistarla, y muy poco perderla.
Los enemigos evidentes a veces son más fuertes, y más fieros, y tienen más ejércitos, pero como mínimo los vemos y podemos salir a su encuentro. Son más peligrosos los enemigos que no lo son de un modo tan visible, y que como el diablo quieren convencernos de que no existen, y convierten nuestra ingenuidad en su mejor arma.
El pueblo soberano tendrá que aprender a rebelarse de nuevo, con todo su coraje cívico y todas sus fuerzas, porque la amenaza populista es mucho más totalitaria que los franceses, y amenaza de una manera mucho más dramática nuestro modo de vida libre.
Madrileños, felicidades en vuestro día. Defended la libertad de vuestros hijos como vuestros antepasados defendieron la vuestra. En nuestro mundo de hoy, hay cosas mucho peores que ser franceses. La amenaza existe aunque no se vea y libertad, cuando no crece, desaparece.
Otros temas Salvador Sostresel