Cinco veces más

Reino Unido compró 5 dosis de vacuna por habitante y el 20% ya están vacunados. “Es que mientras a los países ricos les sobran vacunas, los pobres no tienen ni una”. A los países ricos no les sobra absolutamente nada, ni mucho menos vacunas. A mí también me llaman exagerado cuando pido en los restaurantes o pienso los viajes. Cuando doy importancia a los detalles. A mí siempre me cuestionan lo que algunos llaman excesos. Espero que ahora con el señor Johnson me entiendan mejor.

A veces hay que comprar por quintuplicado para que una sola cosa funcione. Y es una suerte, porque normalmente hay que multiplicar por mil. Para ganar hay que hacer lo que haga falta. Los que siempre pierden no van a saber de qué hablo And here’s to you, Mr. Prime Minister! Naufraga el galeón de los escasos.

En Europa, por no decir España, pensamos que para salvar nuestras vidas bastaba con hacer la lista del súper, y comprar esto en lugar de aquello porque estaba de oferta. Y no compres madalenas, que la niña se las come todas. Lo que nos está pasando con las vacunas, que es lo que nos pasa con casi todo, lo merecemos por cutres, por arrogantes, por estúpidos. La vida nos está pagando con la misma moneda de miserables. Nos está dando exactamente lo poco que esperamos de ella. Espero que ahora con el doctor Johnson lo entiendan mejor. A mí y lo que el Brexit significa.

Así en las vacunas como en el amor, así un amigo como un padre, así un amante como un empresario han de comprar siempre por quintuplicado. Que todo sobre y que vaya rápido. Que tengamos más por si hace falta. Para guardarlo, para venderlo o para quedar bien y regalarlo. Eso ahora qué importa. En los momentos cruciales, el único interés ha de ser la inteligencia, la precisión, y el éxito si puede ser inmediato.

Nunca las grandes lecciones se aprenden ni se dan en la miseria, en los que no pagan el precio o lo quieren más barato, La miseria sólo trae miseria, inhumanidad, y esa aspereza que nos vuelve nihilistas porque en estas tonalidades tan bajas no tiene ningún sentido la vida. De condiciones tan raquíticas es imposible que brote el prodigio y si no somos capaces de vivir en lo luminoso, en lo extraordinario, nos abruma y nos destroza el destino trágico y sólo podemos deambular como cadáveres previos, espectros de la desidia, zombies de la falta de esperanza. El 20% de los británicos están vacunados. En España, dando por descontado que el Gobierno miente, estamos en el 1% raspado. Es el penúltimo espectáculo de Europa, que se comporta como una maruja en el supermercado y te compra el agua más barata para jugarse la vuelta a las tragaperras. Qué deprimente espectáculo. Qué noche triste y desesperada.

El problema de los países pobres no son los países ricos. El problema de los países pobres son los países pobres y lo que hacen los países pobres. El problema de los burros no es la inteligencia. El problema de los burros es que son burros y cada vez que culpan a los inteligentes, y a los ricos se vuelven aún más pobres y más burros. Por eso el Brexit era lo que tenían que hacer los ingleses. Y por eso Podemos y el independentismo no son más que un resentimiento, dos por uno en el súper, la congresista Ocasio contando en Instagram que hace años abusaron de ella para compararlo con el asalto de los mamarrachos al Capitolio. Pero usted, señora, ¿de qué va? ¿Tan idiotas cree que somos?

El Primer Ministro ha inaugurado el curso académico, como Israel. No es la fatalidad ni las difíciles circunstancias. Esperaban más, pagaron mejor, ganaron. Por quintuplicado. Los panes y los peces no fueron un milagro, fueron una metáfora.