Carmen Chacón ha dicho que aprendamos de la guerra de Irak y no bombardeemos Siria.
Es cierto que los españoles tenemos que aprender, y mucho, de la guerra de Irak.
De la guerra de Irak tenemos que aprender que el mal existe, y que hay que combatirlo.
De aquella y de todas las guerras que La Civilización ha librado tenemos que aprender del valor de unos soldados abnegados que dieron sus vidas por liberar a tantos pueblos de tantos tiranos.
Y tenemos que aprender, también, a no culpar al presidente de un gobierno democrático de los atentados que cometen los terroristas.
Chacón y la izquierda española, que sienpre ha sido prebélica y revanchista, tendrían que aprender a no rodear las sedes de un partido político durante la jornada de reflexión; a no aprovecharse del dolor ajeno para sacar tajada política, como los socialistas hicieron en aquellas dramáticas jornadas; y a no odiar más al adversario que a los propios terroristas.
Es cierto, como dice Carmen Chacón, que los españoles tenemos mucho que aprender de la guerra de Irak.
Tenemos que aprender lo que a un pueblo le pasa cuando se equivoca de enemigo.
Porque los españoles, cuando en lugar de ir a por los terroristas, fuimos a por el PP, nos condenamos a 8 años de naufragio político, con un presidente como Zapatero, que es el único mal presidente que España ha tenido desde la recuperación de la democracia, y con unas ministras como Chacón, Leire Pajín o Bibiana Aído, que en un país normal nunca habrían pasado de dependientas del Primark.
Tenemos en efecto mucho que aprender de la guerra de Irak. Por ejemplo que, pase lo que pase, hay que votar luego con inteligencia, aunque sólo sea para ahorrarnos el ridículo de que Carmen Chacón vuelva a llegar a ministra de Defensa.
Otros temas Salvador Sostresel