ABC
Suscríbete
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizMi ABCABC
Blogs French 75 por Salvador Sostres

Braguetazo inverso

Salvador Sostresel

Andrés de Inglaterra ha llegado a un acuerdo económico con Virginia Giuffre, que le acusaba de abusos sexuales. Cuando se pacta dinero, y como dice el chiste, lo que usted es ya todos lo sabemos y ahora sólo estamos negociando el precio. Yo no voy de putas. Es un vicio que no tengo y cuando alguna vez me he encontrado en este tipo de contextos me he sentido extrañamente sórdido. De muchos años atrás conservo el recuerdo de situaciones más explícitas que tampoco fueron de mi agrado. Pero en cualquier caso la prostitución me parece perfectamente lícita y es iluso que un hombre adulto piense que de una u otra manera no tendrá que pagar por tener sexo. “Y eso que yo, para no agobiar con flores a María…”.

El príncipe Andrés y el empresario Epstein contrataban a chicas para divertirse. Estas chicas, que acudían libremente a la fiesta, no sólo cobraban sino que al día siguiente reclutaban a sus amigas, que también acudían gozosas, y también cobraban, y también reclutaban a más amigas; y todo el mundo pagaba y todo el mundo cobraba y todo el mundo estaba contento. Con el paso del tiempo algunas de estas chicas quisieron volver a cobrar, pero sin proveer ya el servicio, y se hicieron las víctimas de un abuso porque estaba de moda, y hay que reconocerles que acertaron, porque la estrategia ha funcionado perfectamente y han cobrado y mucho. Se estima que el príncipe Andrés ha pagado cerca de 8 millones de euros, e incluso hay periódicos que hablan de 14.

Yo, perdonadme, soy padre de una niña. Y precisamente porque no puedo tomarme más en serio un crimen como la violación, desconfío cuando alguien acepta dinero a cambio de perdonarlo, de no denunciarlo o de olvidarlo. Por supuesto hay una parte de mí que está en venta, pero no precisamente ésta. Virginia Giuffre quizás era menor cuando los hechos ocurrieron, pero tenía 17 años, dentro del margen del consentimiento, y era perfectamente consciente de lo que hacía. Cobró entonces y ha cobrado ahora. Un dolor tan atroz me parece más creíble cuando se reivindica al instante y no pasadas las décadas; y cuando la justicia es la única compensación que se acepta.

Hacerte ahora la de la virtud arrebatada, pues no sé, Virginia. Ahí están tus tarifas. A mí me suenas a braguetazo inverso y cuando leo tu historia y me cuesta tanto acompañarte en el sentimiento como no reconocerte el mérito por el sablazo que les has colado.

Otros temas Salvador Sostresel

Post más recientes