Hemos dicho en incontables ocasiones que Microsoft lleva años intentando borrar las consecuencias de la “época oscura” o lo que es lo mismo la “época Ballmer”. Por esa razón han antepuesto la comunidad de desarrollo sobre todo, con acciones y productos como los congresos Build, los servicios en la nube Azure, Visual Studio para desarrollar, Xamarin para crear aplicaciones multiplataforma o el despliegue los servidores de Linux, donde ya son el número uno del mundo. Todo esto era impensable hace unos pocos años.
En un acertado movimiento Microsoft ha comprado Github, la mayor comunidad para desarrolladores del mundo. Aunque para la mayoría Github no nos diga nada, es donde los desarrolladores guardan los repositorios de su código. Hay más maneras de hacerlo, pero Github es tan sencillo y conveniente que la inmensa mayoría de los desarrolladores lo utilizan.
La plataforma Girhub siempre ha sido un gran defensor del código abierto, es decir, código libre que cualquiera puede editar, mejorar o usar para sus propios desarrollos. Por el contrario Microsoft ha estado años defendiendo justo lo contrario, código cerrado protegido contra la copia. La compra de Github no sólo les da acceso a millones de desarrolladores, sino también supone un lavado de cara para Microsoft. De ser ejecutivos cerrados y encorbatados, a abiertos desarrolladores dispuestos a enriquecer su ecosistema con empresas y startups que quieran usar cualquiera de sus plataformas tecnológicas.
Microsoft Store, la Realidad Mixta o Azure no son nada sin una comunidad que desarrolle aplicaciones. Microsoft ya lo sufrió con Windows Phone, cuya tienda no contaba incluso con las aplicaciones más básicas. Han escarmentado, de ahí la compra de Github.
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