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Blogs La fiebre del oro(.com) por Jon Oleaga

Las parties, o concentraciones de jugadores, en declive en España

Jon Oleaga el

Hace una semana estuve en la Araba Encounter, en Vitoria. Una party de 412 puestos, o lo que es lo mismo, ordenadores conectados a la red durante tres días, donde los participantes aprovechan para conocerse y jugar en línea.

Desde la desaparición de una de las grandes, Campus Party, este colectivo de jóvenes, y algunos que no lo son tanto, han visto cómo todos estos eventos se han reducido considerablemente. Y lo peor, es que existe una gran demanda. Las entradas para la Araba Encounter, se acabaron en tan solo 37 minutos, pero las de la Euskal Encounter, con más de 4.000 puestos, lo hacen un unos pocos minutos, dejando mucha gente en lista de espera. Además, para el que no conozca este tipo de encuentros, el participante, no sólo paga religiosamente en torno a los 40€ que cuesta la entrada, se lleva su ordenador y pantalla, y en muchos casos hasta la silla, y en muchas ocasiones se desplaza desde otras provincias de España. Es decir, requiere por su parte, preparación y esfuerzo, y aun así, se llena.

Y esto es como todo, cuando se queda mucha gente fuera, sin poder adquirir un producto, o una entrada en este caso, significa es que la demanda no se ha satisfecho. Y si esto es así, por qué no hay más eventos de este tipo por todo España.

Es muy común en todas las ciudades, escuchar a los políticos, que es necesario organizar eventos “sanos” para los jóvenes. Una party no es que sea, precisamente, lo más saludable del mundo, pero seguramente lo sea más que muchas otras actividades. Además, no olvidemos, que no se trata sólo de jugar, sino que también se fomenta el emprendimiento y el desarrollo de nuevas ideas, mediante charlas, talleres y juegos. Al fin y al cabo, los asistentes a este tipo de encuentros, suelen ser, en muchos casos, ingenieros, programadores o personas con mucha habilidad con las nuevas tecnologías, habilidades dignas de ser “explotadas”.

Tanto querer impulsar el talento, y tan pocos eventos de este tipo apoyados por las instituciones.

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